Brasilia. - El nuevo ministro de Cultura brasileño, el músico y compositor Gilberto Gil, aseguró ayer que "no corresponde al Estado hacer cultura" y que pretende acercar el ministerio "al día a día de los brasileños". "No corresponde al Estado hacer cultura, pero sí crear las condiciones de acceso universal a los bienes simbólicos, proporcionar las condiciones necesarias para la creación y la producción de bienes culturales, ya sean artefactos o «mentefactos»", dijo el más polémico de todos los ministros nombrados por el nuevo presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, en su discurso de investidura. Al Estado, dijo el autor, le cabe provomer el desarrollo cultural general de la sociedad, ya que "el derecho a la cultura es un derecho básico de la ciudadanía, al igual que el derecho a la educación, la salud o la vida en un entorno saludable". "En verdad, el Estado nunca estuvo a la altura del hacer de nuestro pueblo, en los más variados ramos del gran árbol de creación simbólica brasileña", subrayó Gil en presencia de su predecesor, Francisco Weffort, en el traspaso del cargo. Gil considera su nombramiento por Lula como una elección "práctica y simbólica" pues es un hombre que se comprometió en un sueño generacional de transformación del país, de un negro mestizo empeñado en los movimientos de su gente, de un artista que nació de los suelos más generosos de nuestra cultura popular y que, como su pueblo, jamás abandonó la aventura, la fascinación y el desafío de lo nuevo". "Es por eso que asumo, como una de mis tareas centrales, sacar al ministerio de Cultura de la distancia en que se encuentra en la actualidad del día a día de los brasileños", dijo el ministro de Cultura que lució traje y corbata, algo inhabitual en él. (AFP)
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