Acusado sin pruebas

El protagonista principal de esta historia parece predestinado a que lo acusen sin pruebas. Un mes antes del robo que le endilgaron en el caso narrado más arriba, un sujeto se trepó a una terraza del Pasaje Casablanca al 1800 y junto con un cómplice que hacía de campana robó un juego de camisetas y pantalones de fútbol. Una de las casacas era Adidas, llevaba estampado en el pecho el logo de Ades y era del Club Atlético Independiente.
Sólo una persona vio a los ladrones, pero no pudo aportar muchos datos para identificarlos. Dijo que eran jóvenes y que se dirigieron en bicicleta "hacia el sur". Cuando la policía salió a buscarlos, no tenía más pistas que esas.
Un rato después un patrullero se cruzó con un muchacho vestido con la camiseta de Independiente, tres cuadras al sur del escenario del robo. La casaca era idéntica a la que habían robado porque tenía el mismo sponsor y era de la misma marca.
Lo llevaron preso y lo acusaron. Tiempo después también lo procesaron. Pero ahora el juez Casas también lo absolvió de esta acusación, aunque en este caso por aplicación del beneficio de la duda.
El magistrado destacó un detalle singular: el único dato que lo asociaba con las prendas robadas era el hecho de que llevara la camiseta de Independiente ("Si era de este club, es lógico que fuera Adidas y llevara el logo de Ades"). A Casas le pareció una prueba muy débil para involucrarlo, sobre todo porque el acusado fue detenido a una cuadra de su casa y la policía no pidió una orden para allanar ese domicilio. "Si era el ladrón, quizás allí podría haber secuestrado el resto de las camisetas y las bicicletas en las que se desplazaban los ladrones", razonó.