Javier Felcaro / La Capital
Otra luz roja para la clase política. Si bien gran parte de los adolescentes rosarinos que votarán por primera vez en las próximas elecciones conoce a los candidatos, la mayoría de ellos asegura no identificarse con ninguno de los nombres en danza. Los datos se desprenden de una encuesta que el Grupo Participación Joven realizó en la primera semana de noviembre pasado, a la que La Capital tuvo acceso exclusivo.
El sondeo, que se enmarcó en los "Encuentros de Formación de Jóvenes para el Ejercicio del Primer Sufragio" y se basó en la opinión de 444 adolescentes de entre 17 y 18 años, revela que casi el 76% de los encuestados está de acuerdo con el voto obligatorio, mientras que el 23,20 rechazó el sistema vigente.
Germán Martínez, de Participación Joven, sostuvo que "es un dato interesante, porque en ocasiones en las que se difundieron proyectos sobre la posibilidad de que el sufragio sea optativo, normalmente se esgrimieron argumentos tales como que la misma población estaba en contra del voto obligatorio".
Luego, el 71,6% aseguró conocer a los candidatos para las próximas elecciones. Aunque, a la hora de identificarse con algunos de ellos, el 88,29 afirmó no sentirse representado por ninguno de los integrantes del escuálido menú de postulantes.
Para los organizadores de la encuesta, "es falso afirmar que los jóvenes que votan por primera vez no saben quiénes son los candidatos". Claro que la ausencia de sintonía "tiene otra fuente de origen, que no es la falta de conocimiento".
"Aun si se resta los que opinaron que no se sienten representados por ningún candidato a los que no conocen a los postulantes (22%), hay más de un 65 que, pese a estar al tanto de las ofertas electorales, no se identifican con ellas", explicaron.
Pero existen otros datos clave: el 30,14% de los consultados participa en alguna organización. Los laureles se los llevan los clubes (11,26) y la Iglesia (10,59). Y es casi nula la presencia de sindicatos, asambleas barriales, vecinales y partidos políticos.
Según Martínez, "si pensamos en una democracia de alta participación, es indudable que ese promedio es relativamente bajo; pero, si comparamos este número con el índice de implicancia en organizaciones que pueden servir de referencia para una media nacional, el valor es más que interesante".
Hay otra situación que resulta llamativa: si bien 138 consultados argumentaron que las asambleas barriales son una de las instituciones más creíbles, sólo cuatro admitieron participar en ellas.
"Si no hubo participación, ¿en base a qué criterios les otorgan credibilidad? ¿Cuál es el motivo por el que, aún percibiendo esa cualidad, no se suman a las asambleas? Este dato rompería una clásica explicación de la no participación: «no lo hacen porque faltan espacios creíbles»", plantearon los encargados del sondeo.
Por eso evaluaron que "es necesario buscar las motivaciones verdaderas por las que los jóvenes, incluso observando como creíbles algunos espacios, no dan el paso hacia la participación".
Los chicos también consideraron a las fuerzas políticas y a la policía como las instituciones menos creíbles. "Cualquier pretensión de los jóvenes de ocupar cargos públicos se enfrentará a la escasa confianza en las herramientas partidarias, lo que sugiere que nunca accederán a cargos electorales a no ser que se generen nuevas herramientas o se transformen profundamente las actuales", concluyeron.
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