La secta de los raelianos, creada en 1975 por el ex periodista francés Claude Vorilhon, y que anteayer anunció el nacimiento de una beba clonada, Eva, estudia la posibilidad de instalar en Brasil un laboratorio de Clonaid, la empresa especializada en clonaciones que funciona bajo la supervisión del gurú, quien reside en Quebec y se hace llamar Rael. El anuncio fue hecho por el portavoz de la clínica para América Latina, David Uzal. En una entrevista al diario Zero Hora, de Río Grande do Sul, el francoespañol Uzal afirmó que, de concretarse el proyecto, el primer bebé clonado sudamericano nacería en Brasil a fines de 2003 o a comienzos de 2004. Según Uzal, el Clonaid podría abrir su primer laboratorio sudamericano en Río Grande do Sul, ya que el Estado meridional, por su ubicación, podría atender a la demanda de clientes no sólo del país, sino también de Argentina y de Uruguay. Uzal formuló esas declaraciones durante su paso por la ciudad brasileña de Santa María, a 330 kilómetros de la capital de Río Grande do Sul, Porto Alegre, destinada a preparar la visita que hará a la región, en marzo de 2003, la directora científica de la secta raeliana, Brigitte Boisselier. Según el portavoz, 50 ciudadanos de Río Grande do Sul integran la secta raeliana, que defiende la tesis de que los seres humanos son fruto de experimentos genéticos realizados por extraterrestres. Sobre la existencia de pruebas de que sea realmente un clon el bebé cuyo nacimiento fue anunciado anteayer por Boisselier, Uzal dijo que los resultados de los exámenes genéticos estarán listos dentro de una semana, y aseguró que no hay razón para el escepticismo de la comunidad científica. "Sería un suicidio para Clonaid y para el movimiento raeliano hacer tal anuncio si no fuera verdad", afirmó. Las pruebas de la presunta clonación se conocerán en una semana, luego de una investigación de científicos independientes de la empresa. Para el caso de la bebé, consistió en transferir el núcleo (que contiene el material genético, el ADN de los cromosomas) de la célula cutánea a un óvulo de su madre al cual se le retiró el núcleo. Eva sería por lo tanto una copia genética perfecta de su madre, de algún modo su gemela con una diferencia de 31 años. (DPA)
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