Llegan nuevos proveedores a América latina

"Rusia, que en los últimos 20 años era comprador de trigo, ahora se ha convertido en vendedor, al igual que Ucrania. Se observa hoy que están saliendo del Mar Negro partidas de trigo para Africa y Brasil pero los trigos rusos y ucranianos no son de buena calidad y además estos países cuentan con poca infraestructura, por lo que los molinos que compren se expondrán a grandes riesgos y sus consecuentes problemas".
Así, de manera tan diplomática, el representante de la US Wheat Assocciates, Paul Dickenson, arremetió contra los llamados "nuevos exportadores" del mercado internacional. Poco le importó que en el mismo auditorio estuvieran sentados los representantes de la delegación ucraniana.
El campo de batalla fue la XX Asamblea Anual de la Asociación Latinoamericana de Molineros (Alim) que se realizó a principios de diciembre en Salvador, Bahía, Brasil, en coincidencia con la reunión anual de Abitrigo, la poderosa entidad que agrupa a los molinos del país vecino. Tanto uno como otro son eventos tradicionales en los cuales no sólo se trata la problemática sectorial sino que se convierten en verdaderas rondas de negocios a las cuales los principales países proveedores del mundo van a promocionar su producto.
En ese marco se entiende la ofensiva del representante de Estados Unidos que no ahorró comentarios para defenestrar a sus competidores, advirtiendo que la preferencia por los bajos precios que exhiben algunos países compradores chocará con los problemas de calidad e infraestructura de los países de Europa del Este.
Los llamados países del Mar del Negro irrumpieron en los últimos tiempos en el mercado internacional de trigo con crecientes saldos exportables. Este año su penetración fue mayor debido a las malas cosechas de productores tradicionales como Australia o Canadá.
El caso es que los ucranianos, rusos y polacos desembarcaron en América latina y los molineros de varios países, entre ellos de Brasil y Perú, aseguraron que existe una tendencia a incorporarlos en la lista de clientes. En rigor, estas advertencias son parte de una negociación.
La delegación argentina estuvo funcionarios del Senasa y la embajada. No fue el secretario de Agricultura y la ausencia fue remarcada por los brasileños con fastidio como una "desatención" de la Argentina para con su principal cliente. Una delegación de la Cámara Arbitral de Cereales de la Bolsa de Comercio de Rosario, sí participó de la reunión de Alim. Daniel Ferro, Oscar Rodríguez, Jorge Quaranta y Salvador Addamo, vieron in situ la diferencia de despliegue que hicieron las representaciones de los proveedores .La importancia del encuentro no era menor. Alim agrupa a casi 500 molinos de los países de la región. Según las cifras que difundieron los mismos representantes de cada federación, en el 2001, ese complejo importó en 2001 15,3 millones de toneladas de trigo. El 48% llegó de Argentina, el país que menos importancia le dio al encuentro.