Alejandro Cachari / La Capital
A pesar de que la vida es muy distinta por allá, el Colorado Federico Lussenhoff pregunta por sus orígenes profesionales. Para charlar sobre su Jorge Nebwery natal tiene a su familia en Venado Tuerto. Para averiguar sobre su Central adoptivo, aprovecha las llamadas de los periodistas o de algún que otro amigo rosarino. En Palma de Mallorca todo es absolutamente diferente. La vida, el fútbol, el paisaje. Federico volvió a jugar el fin de semana pasado tras una larga inactividad culpa de una fractura y hoy jugará frente al poderoso Barcelona de su amigo Bonano, pero sobre el final de la charla telefónica pregunta por Central. "¿Cómo está la cosa por allá? ¿Tienen un buen equipito para el torneo que viene? ¿A cuántos puntos están los rivales que tienen que alcanzar? Entonces, me dijiste que Olimpo y Nueva Chicago están en zona de descenso y Central en promoción con Unión. ¿Huracán te parece el más flojito?". El desarraigo, que parece ser un enemigo del pasado para el venadense, renace cuando le aparecen las imágenes de sus inicios, recrudece con un poder inusitado. "Estoy cedido por Tenerife a Mallorca por un año. De acuerdo a cómo ande me quedo o me vuelvo. Hay una opción de compra, pero mi pase pertenece a Tenerife. Con ellos tengo contrato por dos años más. A principio de año tuve conversaciones con gente vinculada a River y a San Lorenzo, pero después se enfrió todo. Por supuesto que me gustaría volver, pero quiero aprovechar estos dos años en Europa", explicita el Colorado sin quejas, pero seguramente con muchas ganas de que la historia fuera diferente. Más cerca de sus dominios sentimentales. "No voy a ir para allá para las fiestas porque volví a jugar el fin de semana pasado y quiero prepararme para arrancar bien el año que viene", explica Federico que pasará Navidad y Año Nuevo en Palma de Mallorca; el sueño de muchos, una cuestión meramente profesional para él. -¿Cómo superaste la etapa de la lesión? -Bien, bastante bien. Me quebré antes de empezar el torneo, estuve cuatro meses recuperándome y el fin de semana pasado me convocaron por primera vez para estar en el plantel y jugué como titular. -¿El equipo cómo está? -Bien, muy bien. Estamos entre los punteros. En esta parte del año se hizo un trabajo muy bueno. -¿Expectativas? -Como primera medida el objetivo es salvarnos del descenso. Después veremos para qué esta el equipo. Tuvimos un arranque de tres derrotas consecutivas, ganamos 7 seguidos y después nos estabilizamos. -¿Qué genera enfrentar a un poderoso como Barcelona? -Es jugar contra un grande de la Liga Española que tiene grandes nombres. Ellos no están en un buen momento, pero pueden recuperarse en cualquier momento. -Te va a tocar pegarles a Saviola y a Riquelme. -Qué se yo, es una incógnita porque no sé cómo van a formar, pero primero voy a tratar de marcarlos, en todo caso. -Los equipos chicos de España, ¿sienten impotencia cuando juegan contra Barcelona o Real Madrid? -Si me lo preguntás por los arbitrajes tengo que decirte que eso siempre va a ser igual. Si te ponés en la piel del árbitro es muy difícil pitar en un partido donde juega un grande con tantos nombres. Pero equipo contra equipo se emparejó mucho. Ahora se dan resultados que antes eran ilógicos. El domingo Sevilla le ganó al Barça en el Nou Camp 3 a 0. -La sensación es que ahora no van tan resignados a jugar con los poderosos. -Sí eso cambió. Hoy si Barcelona no funciona, viene un chico y se lo come. -¿Bajó el prestigio de los futbolistas argentinos en el exterior después del Mundial? -No, no creo que haya una desvalorización. Sí pienso que hoy en día la selección ya no aparece como gran favorita cuando le toca jugar a pesar de que tiene grandes nombres.
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