La enfermedad es neurológica (en sus inicios el cerebro se encuentra en perfectas condiciones) y conforme avanza el cuadro aparecen atrofias, pérdida de células y achicamiento en áreas relacionadas con el núcleo de la base y la corteza cerebral. Esto confirma la teoría que no se trata de una alteración psiquiátrica. Existen algunas hipótesis que dilatarían la aparición y evolución lenta de la enfermedad, como la utilización de altas dosis de antioxidantes. También, algunas drogas para el tratamiento de los síntomas (controlan los bailoteos y los trastornos psiquiátricos). La fisiatría y la kinesiología aportan lo suyo para mejorar la vida del enfermo. El psiquiatra, Rorigo Fernández consideró "innecesaria la internación", ya que el enfermo puede ser contenido en el hogar. "Es importante que tenga actividad, que no se lo aísle", concluyó. Los especialistas recomiendan que entre otras actividades, los afectados lean mucho, porque esto estimula el cerebro, además del tratamiento psiquiátrico y farmacológico que se recete.
| |