El triunfo de Terragno en la ciudad de Rosario tal vez aporta un simple número de votos a una puja por la candidatura presidencial que tomó ribetes espectaculares a nivel nacional a partir de situaciones confusas producidas en Chaco y Formosa. Pero los conocedores del centenario partido podrían desmenuzar ese resultado para identificar los efectos en la Unión Cívica Radical de un proceso social más profundo que el habitual folclore partidario, vinculado probablemente, con la crisis de la política y la búsqueda, apenas incipiente, de nuevas prioridades para la actividad política.
En Rosario hay un puñado de seccionales conducidas por dirigentes que a lo largo de los años han logrado montar y sostener una estructura de militancia perfectamente aceitada para motivar la participación de grandes cantidades (más de un millar) de afiliados en cada elección interna. Son la 7ª de Roque Angelo, la 13ª de Josefa Villalba, la 16ª de Amadeo Pessutti, la 17ª de Justo Molina y la 18ª de Sonia Oyola. Todas se caracterizan por su gran extensión territorial, por ser las de mayor número de afiliados y por arrojar resultados altamente previsibles. El último domingo en todas volvió a imponerse la lista "oficial" de la sección, pero en un escenario de muy baja afluencia de votantes, y a pesar de sus rasgos similares, esta vez se registraron comportamientos dispares: mientras la 16ª logró salvar su tradición con más de 1400 votantes, las otras cuatro tuvieron un promedio de 480 con un caso extremo e inesperado de apenas 255 electores en la 7ª. La excepción de la seccional 16ª, que mantuvo su caudal, debe, necesariamente, relacionarse con otra excepción: es la única de las cinco cuyo comité oficial no integra el movimiento Convergencia y, por lo tanto, la única que no invocaba la figura de Horacio Usandizaga para convocar a la gente y la única que apoyaba la candidatura de Terragno.
Uno de cada cinco votantes en las seccionales del centro figuraba como "no afiliado" en el padrón electoral.
Dato alentador
Para los referentes de Terragno en Rosario, este es un dato alentador respecto a la imagen de su candidato en la sociedad, ya que el voto de los independientes se registró más en áreas de la ciudad donde obtuvieron importantes triunfos, como en las seccionales 1ª, 2ª, 3ª, 5ª y 8ª.
En la seccional 1ª, la de Usandizaga, el respaldo a Moreau, reconocido como el candidato de su movimiento, apenas alcanzó el 28% de los votos. Los afiliados que históricamente apoyaron al Vasco en su propia casa, no lo acompañaron en esta interna. Alguna incidencia en esta mala performance debe haber tenido también el errático comportamiento de Usandizaga, quien pasó de apoyar a Terragno en un primer momento, a declarar su prescindencia más tarde, para terminar apoyando directamente a Moreau, como éste lo anunciara a los medios en oportunidad de su visita a Rosario. Así fue que, finalmente, todos los presidentes de los comités conducidos por Convergencia y el propio presidente del comité departamental (Néstor Trigueros), que pertenece a ese sector, trabajaron para Moreau en la elección del domingo.