La mesa ampliada del Diálogo Argentino convocó ayer a todos los ciudadanos a manifestarse por la paz y decir "no a la violencia" el miércoles 18 de diciembre, en vísperas del primer aniversario de la caída del gobierno de Fernando de la Rúa.
"La convivencia social y la democracia se encuentran amenazadas. Una profunda crisis moral ha minado la confianza, roto la legitimidad de las instituciones y generado niveles inaceptables de pobreza y exclusión", expresaron los convocantes, quienes llamaron a "embanderar casas, comercios, edificios públicos y privados" y a cantar el Himno Nacional durante 3 minutos.
La convocatoria, que incluye la realización de movilizaciones centrales frente al comedor infantil Los Piletones (Floresta), en la Villa La Cava (San Isidro) y en la plaza céntrica de Tucumán, entre otros puntos, fue lanzada por representantes de la Iglesia Católica, la comunidad judía y una veintena de organizaciones civiles, sindicales, educativas y de derechos humanos, que brindaron una conferencia de prensa en el patio del Cabildo.
El obispo de Lomas de Zamora, Agustín Radrizzani, habló de "una resistencia pacífica de los males que estamos sufriendo" y señaló que el objetivo de la mesa es "recuperar el bien común para terminar con el escándalo del hambre y la exclusión, que la paz sólo se construya con la justicia y con métodos no violentos".
También estuvieron presentes el rabino Daniel Goldman; el representante laico de la Iglesia Católica Justo Carbajales; Cristina Calvo, de Cáritas nacional; Juan Carr, fundador y líder de Red Solidaria; Marta Oyhanarte, de Poder Ciudadano, y Osvaldo Cornide, de Came, entre otros.
Sobre las versiones de posibles hechos de violencia y saqueos el 20 de diciembre, Radrizzani dijo que "no tenemos ninguna constatación de eso, lo que sí creemos es que se ha hablado mucho de ese día y, en alguna medida, nos preocupa".
Tras resaltar que la "pacificación es lo que quiere el 99 por ciento de los argentinos", se refirió a "ese uno por ciento" que habla de saqueos. Y resaltó "que violencia no es lo que quiere el pueblo".
El obispo aclaró que la mesa "no se opone" a las marchas de piqueteros ni de otros sectores sociales. Por el contrario, señaló que "las manifestaciones son importantes porque también hacen tomar conciencia en favor de una patria distinta y el bien común". Aunque hizo hincapié en la necesidad de que estas convocatorias "sean sin violencia".
Carbajales dijo que la mesa ya mantuvo reuniones con piqueteros y los ministros de Seguridad de la Nación, Juan José Alvarez, y bonaerense, Juan Pablo Cafiero, "para avanzar en la prevención de la represión".
Reveló que le pidieron a Alvarez los policías, gendarmes y demás miembros de las fuerzas de seguridad afectados al operativo entre los días 19 y 20 de diciembre "estén bien identificados, permanezcan en grupos y no hagan cacheos los manifestantes".
Pero también tomaron contacto con el juez federal Rodolfo Canicoba Corral para que "la Justicia esté presente en la calle" y, a través de sus representantes, se controle la actuación policial.
A su turno, Goldman señaló que "el Diálogo se ofrece como un camino para presentar todos juntos este nuevo proyecto de Nación". E invitó a que el miércoles, a las 19, "todos, estemos donde estemos, podamos cantar el himno y colocarnos una escarapela en señal de resistencia y unidad para la paz".
Juan Carr manifestó que "el miércoles será un día clave, ya que comienzan las manifestaciones", y subrayó: "No queremos que nadie se quede quieto sino que todo el mundo se exprese, pero en paz".
Cornide recordó que el sector comercial "fue uno de los más afectados por los saqueos" y, a un año, "el Estado no indemnizó a los damnificados". No obstante, aclaró que "nuestro mensaje es que esa fecha se recuerde en paz, por lo que llamamos a los comerciantes a que hagan los esfuerzos para que la seguridad esté en manos de las fuerzas que deben garantizarla".
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La Ciudad
