| | United Airlines, la segunda empresa aérea de EEUU, se declaró en quiebra La compañía, con 84 mil empleados, mantendrá los vuelos mientras se reorganiza bajo supervisión judicial
| La segunda compañía aérea de Estados Unidos, United Airlines (UAL), se declaró en quiebra ayer, en la mayor bancarrota en la historia de la aviación estadounidense, para protegerse de sus acreedores y asegurar sus vuelos. UAL no tenía opción, ya que no contaba con el dinero necesario para reembolsar casi mil millones de dólares en deudas, que vencían en los próximos días. United, que tiene unos 84 mil empleados, mantendrá sus vuelos en todo el mundo mientras busca reorganizarse bajo la protección de la Corte de Bancarrotas de Illinois, tras haber pedido la intervención judicial de acuerdo al capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos. En lo inmediato, podrá continuar sus operaciones gracias a una financiación de emergencia de 1.500 millones de dólares lograda durante el fin de semana, pero ello no es sino el comienzo de un proceso de reestructuración que se anuncia doloroso. "Mientras estemos bajo el capítulo 11 (de la ley de protección por quiebra), continuaremos nuestros esfuerzos para reducir costos", indicó el presidente Glenn Tilton. Ello significa que los 84 mil empleados de UAL deberán hacer importantes sacrificios en materia de salarios y contratos de trabajo. Desde el viernes, el presidente había advertido que probablemente sean más duros que los que ya habían aceptado hacer para tratar -en vano- de obtener una garantía federal para solicitar préstamos. Con la excepción del personal de limpieza, los otros trabajadores de UAL habían aceptado una reducción de 5.200 millones de dólares de sus salarios durante cinco años y medio (ver aparte). La ley da mayor margen a la dirección para negociar contratos laborales, que son considerados particularmente rígidos en UAL, que en un 55% es propiedad de sus empleados. En caso de bloqueo de las negociaciones, el tribunal de quiebras puede declarar caducos los contratos. Los empleados ya perdieron la casi totalidad del valor de su participación en la aerolínea, con la acción de UAL cotizándose a solamente 85 centavos de dólar en la mañana del lunes en la bolsa de Nueva York, contra unos 100 dólares en 1997. UAL y las otras grandes aerolíneas estadounidenses (AA, Delta) deberán tratar de mantener a sus clientes ante la competencia de las empresas que tienen pasajes a bajo precio, como Southwest Airlines o JetBlue. Gracias a una administración muy rigurosa de costos, éstas continuaron logrando beneficios a pesar del hundimiento del sector, provocado por la recesión posterior a los atentados de setiembre de 2001 en Estados Unidos. La tarea no será fácil. La historia muestra que las compañías estadounidenses que se declaran en bancarrota no siempre logran rehabilitarse. (AFP y Reuters)
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