Año CXXXVI
 Nº 49.686
Rosario,
domingo  08 de
diciembre de 2002
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La polarización crece a la par del conflicto

Néstor Rojas

Caracas. - El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, había alertado varias veces sobre la peligrosa polarización en Venezuela, pero ahora es testigo directo de un conflicto político que está al rojo vivo. Gaviria observa cómo la crisis política venezolana se agudiza velozmente, con unos partidarios del gobierno recibiendo llamados para defender a la "revolución bolivariana" y unos opositores indignados por la represión militar contra las protestas.
El secretario general de la OEA tuvo que hacer declaraciones casi diarias en relación a hechos de creciente violencia en Venezuela. El viernes por la mañana repudió los atentados contra dos periódicos y en la noche lamentó los hechos ocurridos en la plaza Altamira, donde pistoleros dispararon contra una manifestación pacífica. Todo ello, en medio de una huelga general que llegó a su sexto día y que fue totalmente ignorada y desacreditada por el presidente Hugo Chávez.
"Estos hechos se dan en un momento de máxima tensión entre el gobierno y las fuerzas que lo apoyan y la opositora Coordinadora Democrática", señaló el viernes por la noche Gaviria, quien exigió una investigación sobre la matanza de la plaza Altamira. Con los acontecimientos sucediéndose con mucha rapidez, la gestión de Gaviria para lograr que gobierno y oposición lleguen a un acuerdo electoral para superar la crisis no ha sido una tarea fácil. Desde su puesto de observación, Gaviria podía ver que el grado de polarización seguía en aumento en Caracas, donde un gran muro imaginario dividía a los partidarios de Chávez y a los opositores.
Los venezolanos están viendo imágenes casi calcadas de los sucesos de abril, cuando Chávez fue depuesto y reinstalado en el poder en sólo 48 horas. En los dos episodios hubo una huelga general, un conflicto en la industria petrolera, marchas a favor y en contra del gobierno, mensajes de Chávez y hechos de violencia. En abril, el presidente fue sacado del poder tras una desobediencia militar, pero los errores del gobierno provisional del empresario Pedro Carmona lo trajeron de vuelta.
Hace ocho meses hubo más de 60 muertos y cientos de heridos, entre el 11 y el 14 de abril. El tiroteo en la plaza el viernes dejó cinco muertos y 28 heridos. Aunque el nuevo conflicto parece marchar hacia un desenlace, los venezolanos se preguntan hasta cuándo tanta tensión. Unos ven a Chávez fortaleciéndose, apoyado por los militares, y otros sueñan con elecciones a comienzos de 2003. Todo puede pasar (DPA)


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