El ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, reivindicó la reducción a la mitad de los Concejos Municipales de Rosario y Santa Fe, destacó otros puntos del abanico de reformas que se aprobaron en la Legislatura y replicó con dureza las críticas del intendente de Rosario, quien había salido con los tapones de punta tratando de impedir la poda en el Palacio Vasallo: "(Hermes) Binner subestima a la gente". Borgonovo (aunque no lo haga público) está al tanto de los rumores que indican que Carlos Reutemann lo relevaría del cargo el 10 de diciembre, aunque rechaza la idea de que estén operando desde el PJ para que eso se produzca: "No tengo ninguna razón ni información para hablar de una operación en mi contra". -Como nunca en los últimos tiempos la oposición se rebeló contra el gobierno por la reducción de los Concejos. -Hubo muchos proyectos importantes respecto a la reforma política. Se avaló una iniciativa trascendente del ex senador (Julio) Gutiérrez que regula las campañas en toda su magnitud. El mensaje del Ejecutivo, luego convertido en ley, sobre reducción de concejales es una demanda extendida en toda la sociedad: se mejora la representación, que es algo poco destacado. En Rosario, el hecho de tener que elegir diez concejales cada dos años hace que los partidos tengan que realizar un esfuerzo importantísimo, poniendo en los primeros lugares de las listas a gente prestigiosa y reconocida. Se acabó el tiempo de los numerosos concejales electos a quienes no conoce nadie. Además, el gasto en el presupuesto, que es muy equitativo y práctico, el tema de la publicación de la nómina completa de quienes trabajan en el municipio y sus remuneraciones, y una norma muy elemental pero importante: no puede haber retribución más alta que la del intendente. -La sociedad está abrumadoramente a favor de la reducción de concejales. -No tengo dudas. El gobierno le dio una respuesta contundente a una demanda de la sociedad. No me sorprende que haya resistencias, pero para prestigiar a la política hay que cambiarla, no se trata de reformar excusas hablando de cosas tan pintorescas como el llamado a una Estatuyente, reforma de la Constitución, etcétera. En Santa Fe fuimos a los hechos en materia de reforma. -¿Y la reforma de la ley de lemas? -La ley incluye pautas claras para que los sublemas que se inscriban sean auténticas corrientes de opinión, algo que se trató de hacer en el 2001, cuando era ministro Angel Baltuzzi, y que la oposición no aceptó. Por ejemplo que un ciudadano sólo pueda a avalar a un sublema. -Es más, de haberse aprobado esa reforma en el 2001 no hubiese aparecido el ARI trucho. -Seguro, pero a esto no lo dice casi nadie. Fue el PJ el que intentó hacerlo por decreto y chocó con una oposición cerrada; hasta se firmó un acta. Ahora habrá certificación de firmas, se terminaron los avales truchos. Estas cosas, bien aplicadas, evitarán la superpoblación de boletas y la confusión. El otro aspecto, el más político, es que los sublemas son corrientes de opinión de un partido político. Debajo del paraguas no puede haber partidos distintos. Después de lo que pasó con la experiencia De la Rúa-Chacho Alvarez, los argentinos tienen internalizada la elección. Una cosa es una alianza en serio, con vínculos confiables entre quienes se asocian, y otra un pastiche electoral que se hace para un día y que termina con Chacho Alvarez escribiendo libros para explicar el fracaso. -Bueno, se puede aprender de los errores... -Pero esto se sigue repitiendo. Fíjese lo que ocurrió la semana pasada en la Cámara de Diputados de la Nación: hubo una tenida durísima en el recinto entre un socialista (Alfredo Bravo) y el conspicuo exponente del PDP (Alberto Natale). Creer que propuestas tan antitéticas puedan presentarse unificadas en su objetivo es una distorsión de la verdad. -A la ley de lemas no hay que retocarla, hay que derogarla. -De ambos lados hay intereses en juego. La oposición jamás presentó una alternativa consensuada. La alternativa era volver el reloj de la historia hacia atrás con internas cerradas y amañadas, donde los que ganaban eran los que estaban fuera de sintonía con la sociedad pero gozaban de los aparatos. ¿A eso quieren volver?. Insisto, la oposición nunca presentó una alternativa. -Binner dice que el peronismo intenta llevar a la oposición "como un niño al baño". -Subestima a la gente, las elecciones se ganan con votos. La sociedad sabe a quién vota, mira trayectorias, conductas. Ningún estatuto electoral modifica las cuestiones de fondo. Lo otro es subestimar a la gente. -¿Es verdad que se va del gobierno? -No tengo ninguna información. Los ministros somos colaboradores del Ejecutivo, son las reglas del juego. En el juego político se navega en aguas no siempre calmas, pero no tengo ninguna razón ni información para hablar de una operación en mi contra. -Se dice que le aceptarán la renuncia porque va a presentarse como candidato a intendente. -La única campaña en la que estoy embarcado es en ser un buen ministro en la peor época de la Argentina. Yo asumí con 27 carpas en la plaza San Martín... Como ministro de un área sensible como la seguridad, debo decir una cosa: el poder político fija las pautas para la policía. Un ejemplo positivo de esto fue lo que sucedió en el desalojo del ex sanatorio Rawson, donde se cumplió a rajatabla. Y cuando se actúa al margen del poder político viene el castigo, como sucedió con los policías de la seccional 1ª. -¿Teme que haya saqueos el 20? -La situación es diferente a la del año pasado. La contención social es infinitamente más grande. Aquellos que intenten producir saqueos o toma de edificios se exponen al repudio de la sociedad. Por supuesto que estoy particularmente atento, y que la prevención será intensa. M.M.
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