Se presentará hoy , a las 21, en el Anfiteatro Municipal con entradas agotadas

Charly García: "Haría el manifiesto comunista del rock"

El músico, que se considera una institución, dijo que le trajo problemas que lo tomen como cliché

Pedro Squillaci / La Capital

Se siente "un prócer", se identifica como "una institución", dice que "el invento Charly García" le parece "lo máximo". Pero le molesta que a pesar de eso no lo cuiden, que "aparezca una hija trucha y le crean a ella", y que tenga que afrontar juicios por todos lados. "Me trajo muchos problemas que me tomen como un cliché", asegura. Dice que junto con Maradona son "los dos ídolos argentinos vivos que quedan", aunque hace una salvedad: "Maradona es el 10, yo soy el 9". Pero por sobre todo a Charly le gusta hacer música. Y para eso viene hoy a Rosario junto a su banda compuesta por María Gabriela Epumer (guitarra y voz), Kiuje Hayashida (guitarra), Carlos González (bajo) y Antonio Silva Peña (batería). La cita es a las 21 en el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito. "Va a haber temas nuevos y algunas sorpresas", afirmó.
Charly levanta el teléfono desde su casa en Buenos Aires con voz disfónica. Se lo nota recién levantado pese a que es casi el mediodía, pero acepta igual el reportaje. Piensa cada pregunta al milímetro, articula la idea como puede y responde lo que quiere, a veces es lúcido y otras se cuelga: "Pará, me fui al carajo, ¿me podés hacer la pregunta de nuevo?". Es más, a los 15 minutos pide, casi como un favor: "Mejor empecemos desde la primera pregunta, así te puedo dar mejores respuestas, ¿dale?" El pedido es concedido de inmediato. Después de todo, es Charly García.
-En Buenos Aires vendés tu recital como "Adiós Charly García".¿Por qué?
-Me gustó jugar con la idea de ponerle la misma tipografía que Sui Generis. Primero empezó con eso y después me dije: "¿Cómo sería esto si yo no estuviera?". Me siento en una etapa parecida a esa de Sui cuando iba a formar La Máquina de Hacer Pájaros. Siento que estoy con una máquina de hacer pájaros adentro, y quiero lograr que todo lo que se me institucionaliza no me inmovilice. En realidad, el invento Chary García, que es una cosa que yo hice, me parece lo máximo.
-A ver, ¿por qué decís esto?
-Y sí. Hay gente que en una discusión equis me dice: "Pero vos sos Charly García", como si fuera un insulto, y yo le digo: "Y vos no". Pienso que el poder que yo tengo podría mejorar varias cosas. Para el establishment sigo siendo una especie de loquito y genio, pero la gente me conoce. Yo siento que con un guiño de ojo puedo transmitir un montón de cosas.
-Eso es bueno, pero...
-No, pará, pero por otro lado hay una cosa jodida que es la que hace que me salgan hijos por todos lados. Entonces cualquier boluda me hace juicio, y se confunde que soy bueno con que soy boludo.
-¿Te parece que la gente piensa eso de vos?
-A veces sí, pero otras no. Por ejemplo, viendo el almanaque de Clarín del 2003, me ponen al lado de Borges y de Troilo. Entonces pienso: "¿Será que uno tiene que estar muerto para que te reconozcan?" O sea, con Maradona y alguno más somos los únicos (ídolos) vivos. Bah, Diego es el 10, yo soy el 9. Digo, que si hay un homenaje que me lo hagan ahora, no me importa cómo me van a recordar dentro de 300 años cuando ya no esté más.
-Vos decís que inventaste a la estrella de rock en Argentina. ¿Nadie más puede ocupar ese espacio?
-Justamente, lo que quiero es dejar un vacío. A ver ¿qué pasa cuando yo me corro? Okey. Es rarísimo mi papel, porque yo luchaba y lucho contra las instituciones, y de repente soy una institución. Y este momento por un lado me llena de orgullo, porque soy una institución sin venderme. Pero estoy en esa cosa que hace que esté en los canales de tv cantando el himno, y es muy raro, así que prefiero saber qué pasaría si no estuviera.
-Pero, internamente, ¿te da ganas de despedirte alguna vez o querés tocar hasta que el cuerpo aguante?
-Mirá, yo pienso que hice muchas cosas extraordinarias. Y entonces quizá estoy esperando algo extraordinario, o sea, creo que hice bastante por el país, y ahora que estoy en los libros de textos, que soy el himno y qué se yo, quiero que el país pele algo. O sea, creo que cambié cosas, aunque sea costumbres o peinarse de otra manera, luché contra la dictadura, liberé muchas cosas, y ahora estoy re al mango, estoy como antes, haría el manifiesto comunista del rock.
-¿Qué evaluación hacés de "Influencia", tu último disco?
-A mí me gusta que se note que yo soy un influenciado, que mi educación está hecha de influencias, que no aprendí nunca inglés salvo por los Beatles y los Rolling (Stones), que empecé a hacer letras en nuestro idioma casi al mismo tiempo, o un poquito después que Spinetta y Litto (Nebbia). Que se inventó algo grosso acá y que eso influenció a mucha gente. Y yo me siento, como se dice ahora, transgeneracional. Eso quiere decir que cuando le dije a un general:"Mirá, yo a vos no te gusto, pero ¿a tu hija...?" (Risas) Bueno, ahora la hija es madre. Y eso es alucinante.
-¿Cómo va a ser el show?
-Va a ser un show de aquéllos. Ahí llevo la banda con tutti le fiocchi.
-A propósito, por qué la inclusión de una banda chilena, salvo Epumer.
-(Se ríe). Y...mirá...hay un fenómeno de bandas en Buenos aires, e incluso en Rosario me pareció detectar alguna, pero hay algunas bandas que tocan mis temas casi mejor que yo. Y bueno, así fue que este trío chileno de covers, rockeros al mango onda Led Zeppelin, me invitaron a tocar con ellos y encajamos. Sentí una cosa sólida como con GIT (la banda de Guyot, Iturri y Toth, ya disuelta, que fue su grupo de apoyo en "Piano Bar"). Cuando fueron las presentaciones de "Influencia", en el Luna Park, sentí que faltaba en mi banda el factor entusiasmo, quizá por el tiempo, así que me acordé de ellos y los llamé. Y ahora estamos super bien, y me encanta el hecho de que sean chilenos. Es más, me gustaría tener otros integrantes de otro país, me parece piola eso.
-¿Tenés un disco nuevo en mente?.
-Sí, estoy haciendo canciones nuevas. Voy a estrenar tres temas en Rosario. Una se va a llamar algo así como "Dealeando" (de dealer), quiere decir transando. Es un tema bastante electronicus (sic) y tiene un ritmo bastante inusual, polirítmico, es bien 80, yo voy pa'tras (risas). Y después toco otro que se llama "Rehén", que es un tema políticamente superincorrecto, es un chiste, pero está bueno.
-Y en qué onda musical?
-Lo estoy grabando en mil ondas distintas, pero sería Bob Dylan y los Byrds, con un rave atrás. Es raro, pero a la gente la va a enganchar.
-Y el tercero?
-El tercero, es...paraparapavapapa (tararea), ah, es uno de los experimentos que estoy haciendo para un futuro CD, que va a ser en inglés y castellano, pero al mismo tiempo. Del canal izquierdo sale en un idioma, pero en el derecho de otro. O sea, los dos funcionan al mismo tiempo, es jodido, pero creo que es la forma de editar para saltar el Grammy latino e ir directamente al Graammy Grammy (sic).
-Es un poco complicado.
-No, lo que pasa es que soy fanático de la música de los Beatles y los Rolling, así como daba vuelta a Los Gatos y Almendra, y la hicieron en castellano. Yo creo que los argentinos, digamos, tenemos la chapa de haber entendido muy bien el sonido (del rock) y sabemos hacer letras que tienen contenido y a la vez un sonido que Keith Richards puede escuchar nuestras canciones y no se asusta.
-¿Te atrae la música electrónica?
-Sí.
-Pero tu fuerte fueron siempre las letras y la melodía, ¿no te parece que la música electrónica va en contra de todo eso?
-Ellos no tienen melodía. Pero "Clics modernos" es un disco electrónico e "Instituciones", de Sui Generis, también. Lo que se usa ahora es bastante parecido a "Clis modernos", entonces si tengo la suerte de ser actual siempre, me parece que el próximo paso para esa música es incorporar melodías y armonías, de lo contrario no creo que vayan mucho más lejos. O sea, los DJ se apropiaron de la música, ahora hay que apropiarse de los DJ.

Charly presentará esta noche su último Cd "Influencia".