"La noción de pobreza lleva implícita la idea de privación absoluta en el caso de la pobreza extrema, y privación relativa en función de parámetros sociales y culturales. Por ello la pobreza inevitablemente refiere a la desigualdad social, aunque ambos conceptos no se identifiquen", afirmaron especialistas del Instituto de Investigaciones Económicas. En un trabajo titulado "Incidencia de la pobreza en el Gran Rosario", Alicia Inés Castagna, María Luisa Woelflin y José Luis Pellegrini indicaron que "la privación, entendida como falta de acceso a ciertos bienes considerados imprescindibles, puede observarse en el momento del consumo como en el de la obtención del ingreso necesario para conseguirlos". Esto da lugar a dos enfoques que corresponden a dos métodos de medición: los directos y los de ingreso. Según el informe de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadísticas de la UNR, estas mediciones "no son alternativas sino que representan dos concepciones distintas de la pobreza". En tanto, el investigador Gustavo Peretti, de la Universidad del Litoral, indicó que el denominado Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) tiene en cuenta las condiciones de la vivienda (hacinamientos, provisión de agua,condiciones sanitarias) y la educación, y el llamado Línea de Pobreza (LP) determina si un hogar cuenta o no con ingresos suficientes para cubrir una canasta básica de alimentos. La línea de la pobreza incorpora además otros bienes y servicios no alimentarios: vestimentas, transporte, educación y salud, que conforman la Canasta Básica Total. De la combinación de los dos métodos se puede establecer la siguiente tipología de la pobreza: pobres estructurales (por NBI y por LP) y pobres emergentes (por NBI y no por LP) y nuevos pobres (por LP y no por NBI).
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