Bagdad. - Irak anunció que entregará una declaración de sus programas de armas prohibidas el sábado 7 de diciembre, un día antes del plazo establecido en la resolución 1.441, pero insistió que no hay nada que confesar respecto a armamento de exterminio masivo. Hussam Mohammed Amin, encargado de los contactos con los inspectores de la ONU aclaró, "vamos a entregar esta declaración en el momento adecuado, el día 7 de este mes. El documento tendrá nuevos elementos pero estos, debemos decir, no incluirán necesariamente una declaración sobre la presencia de armas de destrucción masiva". El funcionario reiteró: "Somos un país desprovisto de armas de destrucción masiva. Este hecho es conocido para todos los países, incluyendo a Estados Unidos y Gran Bretaña".
El funcionario iraquí explicó que la declaración será transmitida a la ONU por los inspectores de las Naciones Unidas y los expertos de la Agencia Internacional de Energía Atómica. Los inspectores de armas de la ONU, mientras tanto, registraron ayer en Bagdad uno de los amplios complejos palaciegos del presidente Saddam Hussein, en la mayor prueba de cooperación iraquí desde que se reanudaron las inspecciones en busca de armas de exterminio masivo.
A medida que se acerca el plazo del 8 de diciembre en que Irak deberá presentar un expediente limpio de armas prohibidas, el presidente George W. Bush advirtió a Hussein que no trate de engañar a los inspectores y dijo que no se siente alentado por la actitud de Bagdad.
En comentarios en el Pentágono el lunes, Bush dijo que Irak debe entregar una "lista creíble y completa de sus armas nucleares, biológicas y químicas para el domingo", cuando vence el plazo establecido por la ONU. Ayer, durante un acto político, Bush dijo que "el tema no son los inspectores. El tema es si se desarme o no el señor Hussein, como dice que lo hará. No estamos interesados en un juego al escondite dentro de Irak".
Visita al Palacio
En lo que fue la mayor muestra de la cooperación iraquí con la ONU, los inspectores de armas registraron ayer el palacio de Al-Sojoud, uno de los muchos complejos presidenciales en todo Irak, situado en el centro de Bagdad. Uno de los equipos, en seis vehículos blancos de la ONU, llegó a las puertas del palacio acompañado por funcionarios iraquíes en otro vehículo.
La caravana esperó unos pocos minutos a que los guardias abrieran las puertas y les permitieran entrar a una avenida bordeada de palmeras que conducía al inmenso complejo. Los demás inspectores entraron por otra puerta.
Un vehículo de la ONU bloqueó el portón negro y dorado de la entrada. Una alta muralla impide la vista del complejo, que tiene varios edificios y hectáreas de frondosos jardines. Los inspectores abandonaron el complejo una hora y 45 minutos más tarde.
"Hemos podido registrar cada rincón del palacio, cada habitación", declaró el vocero de los inspectores, Hiro Ueki.
Annan conforme
Por su parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, calificó de "buena" la cooperación de Irak con los inspectores de armas durante la primera semana de supervisión. "A primera vista la cooperación es buena", comentó en Nueva York, aunque insistió en que sólo ha pasado una semana desde que comenzaran las inspecciones. La ONU espera que las inspecciones reciban el completo apoyo de Irak durante todo el tiempo que durarán, estimadas en al menos un año, agregó.
Annan alabó también la labor de los inspectores de armas durante la primera inspección de un palacio de Saddam. "Esto demuestra que los inspectores emplearon efectivamente su derecho a ir a cualquier lugar y demostraron que están dispuestos a utilizar su nueva autoridad", afirmó. "También es una buena señal de que las autoridades iraquíes están cooperando pero, como ya he dicho, esto es sólo el principio", añadió.