El gobierno nacional anunció que aumentará del 16% al 27% el arancel extra Mercosur para desalentar la importación de leche. El contexto de la medida, anunciada por el ministro de Producción, Aníbal Fernández, ante más de 400 productores reunidos en la ciudad cordobesa de San Francisco, es la fuerte caída de la producción nacional. Esta situación alienta la posibilidad de que algunas empresas traigan eche de afuera frente a un eventual desabastecimiento.
La decisión comunicada en la reunión de la mesa interprovincial de lechería que sesionó en San Francisco fue saludada por todos los representantes de la cadena láctea, aunque la mayoría coincidió en que la alternativa de la importación ya es casi inviable por la devaluación.
El caso es que este año la producción láctea se ubicará por debajo de los 8 mil millones de litros, marcando la cuarta caída consecutiva a nivel anual. Además, por esta época, los tamberos deben planificar las decisiones de inversión y en muchos casos ya han decidido pasarse al cultivo de soja.
Con este panorama, se teme que el año próximo falte leche. De ahí que las industrias comenzaron a manejar la posibilidad de importar el producto. Aunque el anuncio de Fernández, quien estuvo en San Francisco acompañado por el secretario de Agricultura, Haroldo Lebed, fue saludado por los productores, habrá que ver la reacción de los consumidores si un eventual desabastecimiento impulsa una nueva suba de los lácteos.
Por ahora, funcionarios, tamberos e industriales están trabajando en un acuerdo que les permita recomponer la productividad. Uno de los debates es el precio que se paga por la materia prima. Aunque en los últimos meses se produjo una recomposición de los términos nominales y la industria anunció nuevas subas para diciembre en torno al 6%, los productores insistieron en que permanecen deprimidos a valores constantes previos a la devaluación.
De allí que las perspectivas para un repunte de la producción el próximo año no sean favorables y se vislumbre un horizonte de escasez, agudizado por la creciente exportación.
Pelea por el precio
"Los productores tenían mayores expectativas de conseguir un mejor precio, pero lo que ofreció la industria, sólo conducirá a que la producción no parará de caer", remarcó un representante de los tamberos santafesinos. Desde la vereda de enfrente, los directivos de las firmas señalaron que realizaran "mejoras sucesivas en los precios" y pusieron como ejemplo los aumentos que se produjeron en los últimos meses.
Con la suba de diciembre, el precio del litro de leche rondará los 40 centavos, aún lejos de los 50 que pretenden los tamberos.
Por otra parte, el gobierno nacional reconoció que avanza hacia la eliminación de las retenciones de la mitad del Impuesto al Valor Agregado, que actualmente realiza la industria; y también estudia la posibilidades de implementar una refinanciación de pasivos para el sector lechero con los bancos Nación y Provincia de Buenos Aires, como mecanismo para reflotar un sector diezmado en los últimos año.
Unas semanas atrás trascendió que se eliminarían las retenciones a las exportaciones de la industria lechera para impulsar el sector. Sin embargo, las autoridades nacionales no realizaron ningún comentario sobre la viabilidad de llevar a la práctica esta medida.
De la reunión formaron parte el director Nacional del Programa de Política Lechera de la Sagpya, Juan Linari, integrantes del Centro de Industria Lechera, funcionarios provinciales y representantes de las principales empresas lácteas del país, por su presencia regional y nacional, como La Serenísima, Sancor, Nestlé, Milkaut entre otras.
La Ciudad
