La militante social Susana Abalo sufrió ayer al mediodía el tercer atentado en tres meses, mediante el estallido de una bomba de estruendo, pese a que contaba por disposición judicial con custodia policial permanente. El jefe de la Unidad Regional II de Policía brindó una conferencia de prensa que no aportó mayor información sobre este oscuro episodio, en tanto un alto funcionario de la Gobernación se comunicó telefónicamente con el esposo de la víctima, para transmitirle la preocupación del gobernador Carlos Reutemann.
El hecho se produjo aproximadamente a las 12, en el domicilio de Abalo, una militante de 46 años del grupo Mensajeros de Jesús que padece discapacidad motriz y se moviliza en silla de ruedas, cuando se encontraba descansando en su dormitorio. En la casa de Príncipe de Gales 2858 se encontraba también un hijo de la víctima, de 15 años.
Abalo, quien reposaba en su cama matrimonial, de espaldas a la ventana que da al patio trasero de la casa, recibió quemaduras superficiales en las piernas producto del estallido de lo que se presume fue una bomba de estruendo que manos anónimas arrojaron a través de la abertura, deslizándola entre los barrotes y la cortina. El artefacto explosivo dejó un profundo orificio en el colchón.
Llamó profundamente la atención de allegados a la víctima que el día sábado había aparecido un sobre dirigido a su nombre y que contenía un texto de redacción confusa, hecho mediante la técnica del collage y utilizando para ello tipografía recortada de diarios. El mensaje incluía amenazas concretas de muerte para la destinataria.
Precisamente, resulta muy sugerente que el esposo de Abalo, Eduardo Brunetti, no se encontraba en su domicilio en el momento del atentado porque había concurrido a Tribunales para encontrarse con su abogada y realizar la denuncia correspondiente ante el juez que investiga las anteriores agresiones.
La militante católica fue víctima de dos atentados previos, el primero cuando fue atacada el 21 de agosto último por un hombre y una mujer, también en su domicilio. Los agresores, armados con una navaja, la golpearon luego de maniatarla.
El segundo ataque se produjo el 10 de octubre último, en el baño de la Facultad de Derecho, cuando Abalo fue inmovilizada y agredida a golpes por una mujer fornida, que también le produjo cortes con un objeto cortante similar a un bisturí. En esa oportunidad, mientras la golpeaba, la mujer le había dicho: "Este es el aperitivo".
Luego de ese hecho, que motivó una fuerte condena y movilización de la ciudadanía rosarina, se confeccionó un fotofit con el rostro de la agresora, pero hasta hoy la publicación del mismo en los medios gráficos de la ciudad no arrojó resultado positivo.
A partir de ese momento, se le había asignado a Abalo custodia permanente. La mujer es acompañada en todo momento por una pareja de agentes policiales de la Unidad Regional II, vestidos de civil, y tiene un móvil del Comando Radioeléctrico apostado las 24 horas frente a su domicilio.
El esposo de la militante agredida, Eduardo Brunatti, dijo a La Capital que "los agresores pudieron haber ingresado a los fondos de la casa a través de algún patio lindante", o atravesando "un pequeño pasillo de pocos metros que da a la calle".
La versión policial
Por la tarde, el jefe de la Unidad Regional II de Policía, comisario mayor Jorge Pupulín, brindó una conferencia de prensa en la sede de la Jefatura.
Los tramos más sustanciales del diálogo con los medios fueron los siguientes: \-Es llamativo que cuando el esposo de Abalo fue a Tribunales a denunciar el anónimo con las amenazas recibido el sábado, precisamente se produjo el atentado en el domicilio...
-La verdad, eso no lo sabía... nosotros esta mañana (por ayer) anoticiamos al juzgado del juez Acosta sobre esa carta...
-¿Qué dijeron los agentes que estaban en el patrullero? \-Que escucharon la detonación, nada más.
-¿Hizo una redada por la zona el personal del patrullero? \-Sí, pero sin ningún resultado.
-¿Se supone que fracasó la custodia? \-Creo que tiene suficiente custodia. Ahora veremos si con el móvil que tenemos podemos custodiar el frente y los fondos de la casa.
-¿No hay alguna autocrítica que hacerse en cuanto a la custodia? \-Creo que no.
-¿Se maneja alguna hipótesis en cuanto a que este hecho puede estar relacionado con la campaña de intimidación que se pretende instalar ante la cercanía del 20 de diciembre? \-No manejamos esa hipótesis. La situación en la ciudad es de tranquilidad. Las guardias en los supermercados no se ha reforzado.
Finalmente, durante la tarde de ayer, el secretario general de la Gobernación, Ricardo Spinozzi, se contactó telefónicamente con el esposo de Abalo para transmitir la preocupación del gobernador Reutemann por este hecho.