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Balada pa' un rosarino

Las nochecitas de Rosario tienen ese qué se yo ¿viste? Salís de tu casa por calle Córdoba, lo de siempre: excrementos caninos por todas partes; si transitás por otras arterias encontrás montículos de basura desparramada de todo tipo, las plazas y paseos públicos son un incentivo al abandono con actos reñidos con la moral y las buenas costumbres. Si vas por los barrios, yuyales, falta de bacheo y desmalezamiento, ni hablemos del alumbrado público, cuando de repente de atrás de un árbol se aparece un menor, medio tetra brick en la cabeza y una 22 en mano (mezcla de alcohol y drogas) y te pide todo lo que llevás cuando la sacás barata. Como un extraño, camino, camino y me pregunto ¿quo vadis Rosario?; y allí llega mi reflexión: qué lejos estamos de la gestión del Vasco Usandizaga. Vasco, te lo pide un loco, volvé, mirá, volvé.
Carlos Lombardo