Fabiana Monti / La Capital
Las pasantías en la educación superior fueron creadas para profundizar la formación teórica de los futuros profesionales de modo de orientar su práctica futura. En la actualidad, el objetivo pedagógico se desdibuja a la luz de las necesidades económicas de los estudiantes que encuentran en las mismas un recurso para seguir su carrera a la vez que para las empresas e instituciones suele significar mano de obra "barata", en el marco de la flexibilización laboral y la recesión económica.
La implementación de pasantías educativas en la Argentina implicó largas horas de debate acerca de qué rol deberían cumplir y cómo darle un marco formal para que respondan a pautas formales y consensuadas y no dieran lugar a abusos laborales. La ley 25.165, que sufrió modificaciones a través de distintos decretos, estableció el marco regulatario y después cada institución definió la dinámica a utilizar para las mismas.
El objetivo establecido dentro de la legislación fue establecer un sistema de pasantías educativas que sirviera como una experiencia práctica que complemente la formación teórica elegida por el alumno y que lo habilite para el ejercicio de su profesión.
La pregunta que se instala es qué rol cumplen actualmente las pasantías educativas, habida cuenta que muchas empresas u organismos públicos recurren a las universidades para adoptar esta modalidad y se hacen así de recursos humanos capacitados para ocupar distintos puestos de trabajo.
Alejandro Belinsky, secretario de relaciones estudiantiles de la Facultad Regional Rosario de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) explicó que existen dos perfiles en las empresas o instituciones que demandan pasantías. Por un lado, están aquellas que buscan alumnos que están por finalizar la carrera con el objetivo de contratarlo una vez finalizados sus estudios y por otro, aquellas que perpetúan el sistema de pasantes, ya que no cuentan con recursos para contratarlos y cuentan con mano de obra “más barata”, con sueldos menores a los de un empleado y sin pagar cargas sociales.
Si bien en la actualidad, la UTN tiene alrededor de 150 alumnos realizando pasantías en distintas empresas y organismos, reconoce que el objetivo pedagógico se desdibuja ya que en muchos casos funcionan como bolsas de trabajo, realizando tareas en áreas que no tienen incumbencia con el estudio.
Desde la Universidad de Nacional de Rosario, Norma Abraham, secretaria de relaciones estudiantiles explicó que existen alrededor de 800 alumnos realizando pasantías en distintas empresas y organismos en un espectro muy amplio de actividades. "Llevó mucho tiempo encontrar los instrumentos jurídicos para organizar el tema de las pasantías, además en el institución fueron “resistidas”. Hoy la situación es otra y se van adecuando a la realidad. En algunas se cumple el objetivo pedagógico y en otros casos, funciona como bolsa de trabajo, lo que permite garantizar la permanencia de los alumnos dentro de la universidad”, explicó. También señaló que muchas de las carreras de la UNR no tienen una inserción concreta en el mercado laboral por cuanto se hace difícil encontrar un lugar donde hacerlas.
"A la universidad también le sirve como retroalimentación para captar cuáles son las necesidades hacia afuera y modificar así contenidos o incursionar en otras áreas", agregó Abraham.
En el caso de las casas de estudio privadas, como la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (Ucel), en algunas carreras, las pasantías son obligatorias. Los alumnos deben cumplir 300 horas en una empresa privada o pública en una tarea afín al estudio que luego será evaluada por el tutor.
Edit Petrati, encargada del área en la Ucel, indicó que el objetivo es capacitar al alumno en la función que va a desarrollar cuando egrese de la misma, son remuneradas y se hacen por 90 días para que puedan hacerlos todos.
Por otra parte, los funcionarios consultados reconocen que si bien la universidad hace de nexo con las empresas u organismos que contratan pasantes, la fiscalización acerca de si se cumplen las condiciones pactadas es casi nula o depende de lo que los alumnos informen a la facultad donde estudien. Esta falta de control, suele generar "zonas grises" en cuanto al cumplimiento de las tareas y funciones que debería tener un "alumno pasante".
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La Ciudad
