Los máximos responsables de la Fórmula 1 se reunirán hoy para deliberar acerca de los profundos problemas que aquejan a la máxima competición automovilística.
"Los tiempos en los que todo pertenecía a uno solo terminaron", dijo el presidente de Ferrari, Luca Di Montezemolo. "Eso no se da en ningún otro deporte y nosotros tenemos que tomar ejemplo. Para conseguir más miembros y patrocinadores necesitamos transparencia".
Montezemolo señala así el poder omnipresente que el jefe de la Fórmula 1, el británico Bernie Ecclestone, ejerció hasta ahora en la competición. "Bernie puede ser un elemento importante de la Fórmula 1 en el futuro, pero no el único", advirtió Montezemolo.
El presidente de la escudería italiana aboga por formar una sociedad comercial en la que los equipos serían copropietarios, una fórmula similar a la de las grandes ligas deportivas estadounidenses, como la NBA o la NHL (liga de hockey sobre hielo).
Este tipo de reformas se estudiarán hoy en una reunión en Londres en la que participarán Ecclestone, el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Max Mosley, y los jefes de los equipos.
El encuentro llega además en un momento turbulento en el seno de la F-1, pues a las divisiones internas se unen problemas como la prohibición de la Unión Europea de anunciar tabaco en su circunscripción geográfica a partir de 2005 o la decisión de la FIA de denegar la licencia a Arrows para participar en la temporada 2003.
"Los patrocinios no están proliferando en las actuales malas condiciones económicas", dijo hoy el recién destituido jefe de Jaguar, el austríaco Niki Lauda.
"Si la situación mejora en 2005 debería ser posible reemplazar a la industria del tabaco. Si no, las cosas podrían ponerse difíciles", explicó.
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