Año CXXXVI
 Nº 49.680
Rosario,
lunes  02 de
diciembre de 2002
Min 14º
Máx 22º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Todos deben comer bien

Todos los días, Inelsa de Moya y el grupo de mujeres que colabora con el comedor Santa Marta deben enfrentar la difícil tarea de alimentar a casi tres mil personas con recursos cada vez más escasos. Así, recorren panaderías, verdulerías y carnicerías para recolectar los aportes de generosos comerciantes, porque la consigna será siempre la misma: al mediodía, todos deben comer, y bien.
El comedor comunitario inició sus actividades hace once años, alimentando a cuarenta chicos de los barrios aledaños a la parroquia Nuestra Señora de Luján. Aquel emprendimiento del inolvidable sacerdote Daniel Segundo siempre contó con el apoyo de doña Moya y sus mujeres colaboradoras, que debieron multiplicar sus esfuerzos día tras día, sin claudicar un instante, "porque se trata del hambre de la gente".


Notas relacionadas
La solidaridad y la dignidad se dan la mano en un barrio villense
Diario La Capital todos los derechos reservados