Los profesionales tucumanos venían advirtiendo desde 1982 del colapso en el sistema de salud y de la crisis social desatada por el hambre, y desde ese tiempo insisten en que para enfrentar la situación se deben aplicar políticas integrales de trabajo, salud y educación. En un manifiesto, los médicos atribuyeron a "los graves errores cometidos por las personas o grupos de personas que tomaron decisiones desde los años 60 hasta la fecha, que provocaron que Tucumán se transformara de Jardín de la República a la Biafra Americana". En esa línea recordaron las denuncias realizadas sobre la situación social provincial. "El Hospital de Niños denunció los aberrantes casos de desnutrición, que por segunda generación aparecieron en los años 1982 y 1983. También lo hicimos por el abarrotamiento de pacientes por meningitis y desnutrición en 1996. En ese marco, la imagen de un sanatorio abandonado de nueve pisos, conocido en la ciudad de Tucumán como "edifico Ados", es un reflejo de la situación que atraviesa la provincia. "El edificio Ados (Asociación de Obras Sociales de Tucumán) no era un proyecto, ese fue un gran sanatorio que trabajó durante 16 años. Lo han cerrado por las deudas que acarreaba y es inconcebible", dijo Guillermo Zárate, ex delegado gremial la Asociación Trabajadores de la Salud. El Ados es un edificio con 300 camas, con laboratorio y sala de análisis completo, salas de enfermedades patológicas, quirófanos, sala de cuidados intensivos, salas para enfermedades virósicas, un sector de alta tecnología para rayos, todo lo necesario para que el paciente ingrese y no necesite hacer ningún tipo de estudio afuera, según señaló Zárate.
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