Algunos consejos para control y prevención del ántrax. Si llegaran a observarse animales enfermos en la etapa temprana de la enfermedad, se puede intentar su tratamiento con las presentaciones combinadas de penicilina-estreptomicina o bien con oxitetraciclina de larga acción. Si se sospecha estar ante un caso de carbunclo, se recomienda no efectuar la necropsia para evitar la diseminación de esporas. Se pueden tomar muestras de los arrojamientos sanguinolentos, muestrear un ganglio de fácil acceso (preescapular o precrural) o extraer un hueso metacarpiano. Estos materiales deben acondicionarse adecuadamente para no ser una fuente de contaminación durante su traslado al laboratorio. Los cadáveres deben quemarse o bien enterrarse a buena profundidad, para evitar la diseminación de los esporos en los suelos por parte de animales predadores. Evitar todo contacto de personas con los animales muertos o sus productos (evitar el cuereado de animales sin tener un diagnóstico preciso de su muerte), efectuar una buena desinfección de manos, ropas y calzado si se estuvo expuesto. La aplicación de la vacuna viva, esporulada y avirulenta (cepa Sterne) produce niveles de inmunidad adecuados para proteger a los animales susceptibles. Cuando ocurre un brote, la aplicación de esta vacuna permite detener la mortandad, pero esta protección ocurre entre los 8-10 días posteriores a su aplicación, de modo que durante este llapso todavía pueden producirse muertes. Si las condiciones de infección del campo son importantes, será necesario revacunar la totalidad de los animales a los 60 días de la primera vacunación. Para evitar la ocurrencia de brotes en años siguientes conviene efectuar la vacunación de los animales en los meses de septiembre y octubre con una revacunación a los 90 días ya que la mayor presentación de los brotes es verano otoñal, aunque en el centro de la provincia de Santa Fe ocurrieron algunos brotes en los meses de octubre y noviembre.
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