Bagdad. - El primer equipo de expertos en desarme de la ONU llegará hoy a Bagdad para reanudar las inspecciones, mientras que el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, ofreció al presidente iraquí Saddam Hussein la opción entre mantenerse en el poder o conservar sus armas prohibidas. Lo primero que harán los inspectores en desarme de la ONU será establecer "un teléfono rojo" con las autoridades iraquíes para solucionar lo más rápidamente posible todo problema que sobrevenga durante las inspecciones que se reanudarán el miércoles, indicó ayer su portavoz. La línea de urgencia será establecida entre el Centro de Inspección en Bagdad (Bomvic) y el Organismo de Control Nacional, contrapartida iraquí de los inspectores. Con el establecimiento de esta línea se quiere evitar la repetición de incidentes que marcaron la agitada misión en Irak, entre 1991 y 1998, de la Comisión de la ONU encargada del desarme iraquí (Unscom). Un primer grupo de inspectores, que contará con 12 miembros de la Comisión de control, verificación e inspección de la ONU (Cocovinu) y seis de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), es esperado hoy en Bagdad para comenzar las inspecciones el miércoles. Entre 80 y 100 inspectores de la Cocovinu y de la AIEA deben trabajar en Irak antes de fin de año, según declaró Ueki. Bagdad, que tiene hasta el 8 de diciembre para declarar las armas de destrucción masiva en su poder, según el plazo que le fijó la resolución 1.441 del Consejo de seguridad de la ONU, reafirmó que los inspectores no encontrarán nada. (AFP)
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