Washington. - Un asistente del príncipe Abdullah de Arabia Saudita negó ayer que el gobierno saudita haya enviado dinero a dos de los atacantes del 11 de septiembre del 2000 en Estados Unidos y aseguró que, por el contrario, su país estaba persiguiendo a la red Al Qaeda. Adel al-Jubeir, asesor de política internacional del reino árabe, dijo a la cadena de televisión CNN desde Riyad que las autoridades sauditas habían colaborado estrechamente con el FBI en la investigación del supuesto financiamiento, desde que se conocieron las primeras versiones hace siete u ocho meses. Según fuentes estadounidenses, una investigación del Congreso sobre los ataques del 11 de septiembre descubrió el movimiento de dinero del gobierno saudita a dos de los atacantes, Khalid al-Mihdhar y Nawaf al-Hazmi. Consultado si el gobierno saudita había enviado dinero a los secuestradores de aviones, al-Jubeir señaló: "No hay ninguna evidencia de eso". Por su parte, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Sean McCormack, advirtió que era muy pronto para sacar conclusiones sobre el rastreo del dinero. "Cuando hay una investigación en desarrollo, es importante no apresurar los juicios". La revista Newsweek informó sobre los pagos de unos 3.500 dólares mensuales que habrían llegado a los secuestradores posiblemente a través de dos estudiantes sauditas radicados en EEUU, quienes recibieron el dinero de una cuenta a nombre de la princesa Haifa al-Faisal, esposa del embajador saudita en Washington. (Reuters)
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