El ejército de Israel intensificó ayer sus acciones como derribos de viviendas y detenciones en el área de Belén, ciudad que el viernes volvió a reocupar, en una jornada en la que también se responsabilizó de la muerte de un cooperante de la ONU, ocurrido el viernes. Fuentes palestinas indicaron que los soldados israelíes han ocupado casi todas las comisarías en Belén y detuvieron a los policías. Además destruyeron tres viviendas de las familias de presuntos extremistas. El ejército admitió también su responsabilidad en la muerte el viernes del cooperante británico del Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en el campo de refugiados de Jenín. Según el ejército, soldados dispararon por error contra Iain Hook, de 50 años, durante los enfrentamientos con jóvenes palestinos, cuando el cooperante se encontraba fuera de su oficina. (DPA)
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