Los juninenses se hicieron varios kilómetros y no era cuestión de pasar desapercibidos. Lógico, para mal. Aunque su lío no fue en gran escala. Le protestaron al árbitro Sugliani tras el segundo gol, por considerar que el tiro libre había sido inventado como el del primer tanto y que no le había dado un penal de Reboledo a Widman.
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