Al clima de tristeza por la pérdida de una persona querida se sumaban ayer, en barrio Ludueña, también los cuestionamientos hacia la policía por la falta de seguridad en la zona. "Esto es tierra de nadie", balbuceó un amigo de Guevara. "Cuando no te matan los delincuentes, te mata la policía", remarcó otro joven, sentado en la puerta del proveedor, en alusión explícita al caso de Carlos Gauna, un muchacho de 20 años que el 29 de agosto murió alcanzado por un balazo que le disparó un agente del Comando Radioeléctrico cuando estaba dentro de un terreno baldío de Urquiza y Larrea. Ese episodio, que genera marchas vecinales periódicas caracterizadas por una fuerte participación vecinal, presenta varios puntos oscuros y sucedió a 400 metros metros de donde ayer mataron a Cristian. Además, Gauna vivía a una cuadra de San Lorenzo al 5200. La indignación de los vecinos que se acercaban a lo de Guevara tiene una explicación. En poco más de dos meses Ludueña se sacudió primero con el presunto caso de gatillo fácil citado más arriba, donde murió un muchacho que no tenía antecedentes penales, y después con el asesinato a sangre fría de un padre de familia cuando se encaminaba a trabajar. "Esto es una jungla de asfalto, hermano", remarcó otro hombre, y luego se preguntó: "¿Quién les da las armas a los delincuentes?". Los vecinos señalaron a la zona de Santa Fe y las vías paralelas a Felipe Moré como las áreas "calientes". "Roban y golpean a la gente a toda hora. Pusieron un puesto policial a 100 metros, pero se nota que no es efectivo".
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