Dos preguntas quedaron planteadas después de la denuncia sobre apuestas hípicas clandestinas. ¿Por qué tuvo que venir alguien desde Buenos Aires a denunciar lo que supuestamente ocurre en Rosario, y no lo hicieron las autoridades del Jockey local? Y la segunda: ¿con qué argumentos el juez de Faltas en turno decidió no recibir la presentación y aconsejó a los denunciantes volver varios días más tarde?
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La Ciudad
