Año CXXXVI
 Nº 49.669
Rosario,
jueves  21 de
noviembre de 2002
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Reflexiones
Manosear la ley para correr con ventajas

Juan Carlos Millet (*)

La idea del oficialismo de reformar la ley de lemas tiende, otra vez, la sombra del fraude electoral sobre la provincia. Es un nuevo manoseo de reglas de juego que deberían ser intocables, con el solo objeto de sacar ventajas ilegítimas en las próximas elecciones. No es la primera vez que esto ocurre ni es el único método: desde las elecciones del 91 el oficialismo viene cambiando el cronograma electoral para adelantar o postergar la elección provincial cada vez que considera que los resultados nacionales pueden beneficiarlo o perjudicarlo; impulsó la ley de lemas para ganar una elección cuando no tenía un candidato fuerte y ahora directamente pretende cambiar la ley para que la oposición deba presentarse en inferioridad de condiciones. Desde el punto de vista de los objetivos, no hay mucha diferencia entre eso y fraguar el sistema informático para el escrutinio como se trató de hacer en el 95 o cortar la luz del centro de cómputos como en el 83. En todos los casos se trata de lo mismo: recurrir a cualquier maniobra para quedarse en el gobierno.
Es verdaderamente perverso que Reutemann se haga el desentendido de la idea de este nuevo manoseo que se está pergeñando, cuando él es el que conduce el justicialismo santafesino y su sector controla la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados. Ya lo intentó en el 97 aunque sin éxito. Fue él, además, el primer beneficiado con las manipulaciones del régimen electoral en 1991 y pese a haber admitido la existencia de irregularidades en la elección del 95, se negó sistemáticamente a llevar los datos que tenía ante la Justicia. Sería positivo para la provincia que los mismos "reflejos políticos" que tiene el reutemismo a la hora de sacar ventajas electorales alguna vez se usaran para resolver los problemas de la gente. Pero obviamente se trata de un grupo político al que le interesa más usar el poder para perpetuarse en el gobierno que para promover el desarrollo santafesino. Pasaron casi tres de las últimas cinco gobernaciones amagando resolver los problemas de la EPE, la amenaza de las inundaciones o el déficit de la Caja de Jubilaciones, pero nunca lo hicieron porque en definitiva la única prioridad que estos gobiernos tuvieron fue la selección de quienes se iban a ocupar del siguiente reparto. Si la gente tiene o no tiene problemas, si las empresas reciben o no apoyo tecnológico, si hay o no hay créditos para los productores, si los hospitales prestan o no su servicio, al oficialismo parece darle exactamente lo mismo. Veamos si no que la Dipos se privatizó de una manera que nos obliga a renegociar contratos incumplibles; el Banco Provincial se licitó a partir de una ley trucha; la EPE se manejó tan mal que muchas industrias prefirieron radicarse en otro lado; el déficit de la Caja de Jubilaciones se hizo insostenible y contrataciones directas se ordenaron por decreto en operaciones multimillonarias como la de la Caja de Loterías. Finalmente, lo único que con ellos podemos asegurar que se viene optimizando en la provincia es la picardía electoral.
(*) Diputado nacional (UCR)


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