Los habitantes del Concejo Municipal quedaron ayer más turbados que nunca. La publicación hizo alzar las voces de casi todos los ediles y de muchos de los empleados del cuerpo. "Nunca accedí a una página porno", gritó un concejal. Otro, entrado en años, se amparaba en su edad para excusarse. "Ya estoy grande para eso", afirmó. No fueron pocos los que se indignaron por la mancha que cayó sobre su honor, al vinculárselos con páginas subidas de tono. "Soy padre de familia... ¿Cómo les explico a mis hijos esto? ¿Cómo le digo a mi esposa que no es verdad que yo estoy mirando chicas por Internet?", preguntaban varios concejales. Por primera vez en mucho tiempo, los ediles de distintos bloques pudieron dejar de lado sus intereses políticos y aparecieron haciendo causa común para salvar su "buen nombre y honor". La cuestión promete generar más tela para cortar, y sin ninguna duda este será el tema principal a analizar hoy en los pasillos del cuerpo, aunque no se descarta que se trate al calor del debate en el recinto.
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