Año CXXXVI
 Nº 49.667
Rosario,
martes  19 de
noviembre de 2002
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Final anticipada
Independiente tiene ventaja, pero Boca va por todo
La semana previa al choque del líder y su escolta se vive al máximo

Independiente recibirá el domingo a Boca Juniors en el partido que podrá definir el título del Apertura, logro para el que el equipo de Avellaneda cuenta con la ventaja de llevarle tres puntos a su inmediato rival cuando quedará luego una fecha para que concluya el certamen.
Como su nombre lo indica, Independiente depende de sí mismo para consagrarse campeón: una victoria ante Boca le permitirá dar la soñada vuelta olímpica y hasta un empate le posibilitará asegurarse el primer puesto y verse forzado -en el peor de los casos- a jugar un desempate.
Pero la igualdad frente a Nueva Chicago (2-2) y el exiguo triunfo frente a Unión (1-0) mostraron que el conjunto de Américo Gallego ya no era el mismo del comienzo del torneo, por lo que no debe resultar muy sorpresiva la derrota del domingo ante Banfield (2-1).
Ahora se viene Boca y Gallego deberá evaluar la recuperación de Daniel Montenegro, quien se resintió de un esguince en el tobillo izquierdo, y en caso de que el mediocampista no pueda actuar, tendrá que analizar la conveniencia de cambiar el dibujo táctico.
Para mantener el esquema de juego, tal como aconteció ante Banfield, el Tolo colocaría a Cristian Gómez en reemplazo del ex Huracán, pero la condición de local y el deseo de acabar con la incertidumbre acerca de quién será el campeón podrían provocar que el Tolo piense en sumar un delantero.
El nombre de Emanuel Rivas surge instantáneamente y su característica de atacar por afuera obligaría a los stoppers de Boca (Nicolás Burdisso y Diego Crosa) a marcar sobre los laterales.
Más allá de que Montenegro esté o no frente a Boca, Federico Insúa podrá contar con espacios si se recuesta sobre la izquierda en tres cuartos de cancha, posición que le permitirá además escapar de los dos volantes centrales que pondrá Oscar Tabárez (Sebastián Battaglia y Raúl Cascini).
Es que la presencia de Matías Donnet por la derecha en lugar de Hugo Ibarra (estará suspendido por su expulsión ante Talleres) presupone menos cobertura defensiva en ese lateral, lo que debería ser aprovechado por Insúa, quien tiene el perfil adecuado para jugar por ese costado.
Con los dos marcadores laterales de Independiente (Juan José Serrizuela y Mariano Pernía) contenidos por tener enfrente a Guillermo Barros Schelotto y Marcelo Delgado, las proyecciones por las bandas deberán ser de Lucas Pusineri y Pablo Guiñazú, que tendrán espacios a los costados de Battaglia y Cascini.
Así, Insúa por la izquierda más Guiñazú podrán hacer el dos contra uno a Donnet, un jugador más emparentado con el juego ofensivo.
Además, si Gallego insiste con Andrés Silvera como único delantero, será Tabárez quien deba resolver qué hará con el stopper que le sobre.
Si el goleador del Apertura ataca por el centro, bien de 9, quedará mano a mano con Rolando Schiavi, pero si se vuelca por una punta, el otro stopper deberá colaborar con los volantes.
Hace varias fechas, cuando el rojo arrasaba en juego y goles, Télam afirmó que el secreto del equipo de Gallego estaba en que al tener un solo atacante no brindaba referencias a las defensas rivales, que presentaron comúnmente una línea de cuatro.
Ahora la línea de tres de Boca permite que haya un futbolista más integrado al mediocampo, pero además obliga a saber cómo tomar al único delantero adversario.
Por otra parte, ¿a quién marcará Diego Castagno Suárez?. El ex Colón, como típico volante central, encima habitualmente al enganche rival, pero este Boca no tiene un enlace definido. Por lo tanto, Carlos Tévez, quien es de los tres atacantes el que ocupa la franja central, buscará jugar a espaldas de Castagno Suárez y disponer así de metros delante de dos marcadores centrales en línea (Hernán Franco y Gabriel Milito).
Si extiende a los 90 minutos el nivel que se le reconoce, Tévez será clave por el espacio que ocupará en la cancha.
La falta de un conductor natural en Boca hace que la generación de juego esté en los laterales y pase de ese modo por los pies del Mellizo Guillermo y de Marcelo Delgado.
Y la ausencia en el conjunto xeneize de un 9 clásico permitió consolidar la versión goleadora del Chelo, que mete diagonales desde las puntas para definir.
El gran Carlos Bianchi decía que lo más importante en un equipo es la actitud que muestre dentro de la cancha, aún por encima de la táctica, y esa voluntad del Boca de Tabárez pudo disimular la carencia de especialistas en dos puestos clave.
De que Boca sostenga esa voluntad para atacar y de que Independiente recupere la suya y ahuyente los fantasmas de la postergación del título dependerá que el clásico resulte tan apasionante como pinta en la previa: un partido decisivo con ventaja (en puntos) para los de Gallego y, por lo tanto, una final desigual. (Télam)



El Tolo Gallego y Guillermo, en el último choque.
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