Año CXXXVI
 Nº 49.667
Rosario,
martes  19 de
noviembre de 2002
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Los Iracundos entusiasmaron a los nostálgicos de los 60
Un viaje en el túnel del tiempo sólo para enamorados del ayer

Pedro Squillaci / La Capital

Música pasatista, efectiva y que le cante al amor. Esa fue la fórmula de Los Iracundos durante más de 40 años. Y tan mal no les fue. La banda uruguaya nacida en los 60 demostró toda su vigencia el sábado pasado en el Auditorio Fundación, en su segunda visita a la ciudad en menos de dos meses. El público -en su mayoría nostálgicos de más de cincuenta- disfrutó a sus anchas el recital, tarareó cada uno de sus temas y hasta bailó rock and roll en los pasillos del teatro.
La escena musical de los 60 estuvo signada por el hippismo, con Jimi Hendrix que incendiaba guitarras, y el sonido de Los Beatles y los Rolling Stones. En la Argentina, Sandro editaba su primer tema, aparecía el disco debut de Los Gatos Salvajes y también el de Almendra. Pero también estaba el Club del Clan, Palito Ortega, y, claro está, Los Iracundos.
Los que concurrieron al Astengo quisieron revivir esa época. "Parece que estuviéramos en el túnel del tiempo", dijo el histórico Hugo Burgués, y no se equivocaba. Aludía a la famosa serie televisiva en que los personajes volvían años atrás en cuestión de segundos. Encima, la gente ponía la escenografía adecuada: las mujeres más zafadas llevaron minifaldas, decían "aaaah" cuando se anunciaban los hits del grupo, y los varones movieron el piecito y se abrazaron con sus parejas, quizá recordando la época en que tenían pelo largo y no se esforzaban por esconder la barriga.
De impecable traje y corbata (menos el cantante), el grupo arrancó con el clásico "Va cayendo una lágrima" y se metió en el bolsillo a las 400 personas que asistieron al show. El tema, de 1973, sonó igual que 30 años atrás, lo que marcó algo que se mantuvo a lo largo del recital. Salvo el agregado de una imperceptible percusión electrónica, Los Iracundos de hoy suenan como Los Iracundos de ayer. Eso era lo que la gente quería, y eso fue lo que -sin mucho esfuerzo- hicieron sobre el escenario.
Ahora bien, el formato del espectáculo respondió a una modalidad un tanto antigua para los tiempos que corren. Resultó un tanto tedioso que en cada uno de los veinte temas interpretados, el bajista y líder hizo la respectiva presentación, que sumó previsibilidad y quitó sorpresa.
"Esto les va a traer lindos recuerdos", dijo Burgués, y la banda arremetió con "Y te has quedado sola". La canción (melosa, con coros obvios y final en crescendo) marcó, sin embargo, uno de los puntos más altos del recital, con gente de pie aplaudiendo. Otro momento especial se vivió con "Hace frío ya", considerado un clásico del grupo.
Los Iracundos demostraron además que pueden ser versátiles. Por eso se animaron a hacer un tema de Charles Aznavour, otro instrumental de Duke Ellington, música disco, un bolero y hasta tres rock and rolls.
"¿Se animan a bailar un rock?", desafió Burgués desde el escenario. Así, una pareja se largó a mover el esqueleto en medio del pasillo del teatro con el "Rock de la cárcel", y otra se le sumó con "La plaga". Por la osadía, fueron premiados con una foto de la banda.
El final llegó con el tema más pedido: "Puerto Montt". Fue el momento de más comunión con el público, que coreó y disfrutó como cuando eran veinteañeros. En el aire quedó flotando que, a veces, el túnel del tiempo puede convertirse en mucho más que una serie de ficción.



Los uruguayos sacudieron a la platea con sus temas. (Foto: Hugo Ferreyra)
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