Año CXXXVI
 Nº 49.665
Rosario,
domingo  17 de
noviembre de 2002
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"Brainwashed", el legado de George Harrison
Hoy lanzan el disco que el ex Beatle grabó antes de morir

El nuevo disco compacto de George Harrison grabado antes de morir, "Brinwashed", llegará mañana a las bateas de todo el mundo. En el trabajo el músico pone de manifiesto la búsqueda de un sentido a la vida, cuando ya luchaba contra el cáncer.
Harrison grabó varias canciones antes de su muerte, el 29 de noviembre de 2001 a los 58 años, pero no llegó a terminar la producción. Esa tarea la asumieron su hijo Dhani, de 24 años, y el músico de ELO, Jeff Lynne, que ya trabajó con Harrison en su disco anterior "Cloud nine" (1987).
Lynne comentó a la prensa que probablemente le dio al disco un tono más elegante de lo que Harrison hubiera querido. "Son grandes canciones. Por eso, lo siento George, pero las hice un poco más delicadas de lo que tu hubieras querido, pero sentí que así les hacía justicia".
Las grabaciones terminadas fueron guardadas bajo siete puertas por deseo de la viuda del músico, Olivia Harrison. Así, los periodistas sólo tuvieron acceso a algunas audiciones especiales en las sedes de la discográfica EMI en todo el mundo.
De esta manera, se quiso impedir que el disco, cuyo primer single será "Stuck inside a cloud", sea pirateado antes de tiempo en Internet.
"Brainwashed" contiene 12 canciones, que son fácilmente identificables con el estilo Harrison. A ello contribuye no sólo su inconfundible forma de tocar la guitarra, sino sobre todo el contenido.
No hay tema que no contenga alguna referencia a Dios. A veces se habla de el Señor, otras de Dios directamente, y otra vez se trata de comentarios sobre el interior.
Un par de veces interrumpió durante las grabaciones este clima. En "Between the devil and the deep blue sea", Harrison recurrió al ukelele y se percibe que se divirtió mucho.
Lynne comentó en ese sentido: "Comenzamos a trabajar en este álbum en 1999. La música y las letras de las canciones reflejan la gran energía espiritual de George".
"George solía venir a mi casa y siempre tenía nuevas canciones. Solía mostrármelas en una guitarra o en un ukelele. Al oirlas quedé tan impresionado que decidimos trabajar sobre ellas", añadió el músico.
El tema que da título al álbum es casi orquestal. Harrison se quejaba en las grabaciones -de sonidos casi al estilo Phil Spector- de lo mucho que el ser humano es sometido a lavados de cerebro en estos días.



George Harrison buscó el sentido de la vida.
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