Pablo R. Procopio / La Capital
Pionera. Rosario se convertirá en la primera localidad de la provincia que rematará vehículos varados en el corralón. La inédita experiencia permitirá descongestionar esos espacios, evitar que los rodados continúen deteriorándose y limpiar la ciudad de autos abandonados o que no estén en condiciones de circular por falta de documentación. Pero también aportará nuevos recursos a las arcas municipales y será una oportunidad para la gente que quiere adquirir usados a buen precio. En esta primera etapa saldrán a remate 60 autos y 12 motos que descansan desde hace meses en uno de los dos corralones que tiene el municipio (el ubicado en Presidente Perón al 8000) sin que nadie los reclame. Precisamente, esto fue lo que motivó la creación de un proyecto de ley que autoriza las subastas. La disposición ya fue reglamentada y está en condiciones de ponerse en práctica. El acto se llevará a cabo durante los primeros días de diciembre; todavía faltan aceitar algunos detalles para poner una fecha exacta. Sin embargo, sí se sabe que se hará en el salón auditorio del Banco Municipal (San Martín y Santa Fe) y se espera una importante afluencia de público. Los organizadores prevén que irán chatarreros, interesados particulares y revendedores. "La aplicación de la norma está rindiendo sus frutos porque las poblaciones santafesinas ya cuentan con un marco legal para darle un destino concreto a estos vehículos", dijo el diputado Eduardo Di Pollina, autor de la iniciativa aprobada en la Legislatura provincial. Se trata de la ley Nº11.856 que establece la posibilidad de que los municipios y comunas vendan los vehículos depositados en el corralón que nadie reclama, excepto "los que están allí por disposición de la Justicia penal". Pero para llegar a la subasta las autoridades deben cumplir con una serie de engorrosos trámites. Tan tediosos y lentos que se viene trabajando desde que se reglamentó la normativa, hace casi dos años, para que recién ahora se pueda poner en marcha el primer remate. Los vehículos en condiciones de ser subastados deben estar como mínimo seis meses en el corralón. Y en esa situación hay en Rosario unos 2.000 rodados (autos, motos, camionetas), aunque la Dirección General de Tránsito seleccionó por ahora unos 200 que son los que están en mejores condiciones. No obstante, el coordinador de ventas oficiales de la Municipalidad, Waldemar Schaufler, aclaró a La Capital que en una primera etapa saldrán a remate sólo 60 coches y 12 motos que ya poseen la documentación requerida. En efecto, pudo lograrse la transferencia de estos vehículos a la Municipalidad, previos avisos a sus propietarios. Las autoridades prefirieron comenzar con poca cantidad "porque se trata de la primera experiencia, y es importante evaluar el desarrollo y sus resultados", sostuvo el director de Tránsito, Manuel Sciutto. Autos como Renault 9, 18, 19 y 21, Peugeot 505, Fiat Duna ó Dodge 1500, serán puestos a consideración de los interesados, quienes podrán optar por modelos que oscilan entre los años 1992 y 1997. Cada vehículo fue valuado de acuerdo a los precios sugeridos por el Registro Nacional de la Propiedad del Automotor. En este sentido, se calcularon valores entre 2.700 y 8.000 pesos. No obstante, los montos base para la subasta serán del orden del 40 por ciento de cada cotización. "Se podría decir que en general los vehículos están en buenas condiciones, aunque obviamente hay que tener en cuenta un lógico deterioro", agregó. Es que permanecieron largo tiempo parados y estacionados a cielo abierto. "Las cubiertas o la pintura se resienten cuando un auto permanece al aire libre bajo el sol, la lluvia o las heladas", apuntó Sciutto. A diferencia de otras oportunidades en las que los remates se hacían por lotes y con destino a chatarra, ahora las subastas serán individuales. Schaufler adelantó que en los próximos días se publicará la lista con el detalle de cada vehículo y consideró que el ingreso por las ventas "le vendrá muy bien a la Municipalidad". Entre otras cosas, la Intendencia preparó un calendario de visitas al corralón para que los interesados puedan ver los rodados. Y para participar de la subasta cada visitante tendrá que acreditar debidamente su identidad con el fin de que el remate sea lo más transparente posible.
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