El ministro de Economía, Roberto Lavagna, viajó anoche a los Estados Unidos con el objetivo de resolver los puntos en los que aún persisten diferencias e impiden la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
A su arribo a Washington, el jefe del Palacio de Hacienda se pondrá al frente de la delegación que al mando del secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, comenzó ayer una nueva ronda de reuniones con la cúpula del organismo en esa ciudad.
Nielsen inició ayer su labor explicando los alcances de la decisión consensuada entre el gobierno y los bancos de frenar las ejecuciones hipotecarias hasta febrero de 2003.
Al trascender que se estaba evaluando esta posibilidad, el FMI expresó su preocupación por entender que el gobierno estaba buscando algún atajo para introducir cambios en la ley de quiebras.
Por tal motivo Nielsen se explayó en las causas y objetivos de la medida y la justificó básicamente desde la postura de los bancos de aceptarla voluntariamente.
Pese a que hubo avances en las deliberaciones, Lavagna se embarcó evitando anticipar que la negociación está próxima a concluir, y en similar sentido se pronunció ayer en Washington Nielsen, quien aclaró que "(la resolución) no llegará necesariamente esta semana".
Por su parte, el presidente Eduardo Duhalde mostró un tono más optimista y sostuvo hoy que el acuerdo "está más cerca que nunca".
Sin embargo, hay pocas probabilidades de conclusiones inmediatas pues la subdirectora gerente del organismo, Anne Krueger, y el jefe del Departamento Occidental, Anoop Singh, no estarán presentes en Washington por estar de viaje en México.
Debido a este escenario se descuenta que el acuerdo no estará finalizado antes del jueves 14, cuando la Argentina tiene que hacer frente a un vencimiento por 805 millones de dólares con el Banco Mundial.
Según el resultado de las conversaciones que Lavagna mantenga en los Estados Unidos, el gobierno definirá si paga con reservas internacionales para afirmar la voluntad de acuerdo o cae en default con el organismo. El jefe del Palacio de Hacienda dijo antes de partir que no existe la posibilidad de un crédito puente como se especuló en algún momento, ni tampoco consideró factible realizar un pago parcial.
No obstante también se da por hecho que se encontrará el artilugio financiero para no exponer a la Argentina a un incumplimiento que pondría en riesgo sus relaciones internacionales.
Lavagna espera que esta sea la "anteúltima" etapa en la negociación y señaló que en caso de que se logre el entendimiento se invitará al FMI a enviar una misión a Buenos Aires para que junto a Duhalde se firme el acuerdo.
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La Ciudad
