Año CXXXV
 Nº 49.658
Rosario,
domingo  10 de
noviembre de 2002
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Los empresarios del sector apuntalan sus negocios de cara al exterior
La industria de software local levanta vuelo
El Estado impulsa una política de estímulo. Esperan exportar por más de 100 millones a fines del año próximo

Marcos Cicchirillo / La Capital

La industria del software argentino, después de varios años peleando para ser reconocida como sector productivo, recibió esta semana un espaldarazo por parte del Estado nacional de cara a potenciar el desarrollo tecnológico local orientado hacia la exportación de productos autóctonos. Gobiernos y empresarios tienen ahora ante sí el camino más difícil a recorrer: articular una política común que transforme en hechos el racimo de anuncios realizados sobre líneas de créditos blandos, subsidios y ventajas fiscales por los próximos diez años, sin caer en las perjudiciales promociones industriales que sólo significaron evasión impositiva y cero impulso económico.
Con un mercado interno chico y en contracción, numerosas firmas tecnológicas locales salieron a captar nichos de mercado en Latinoamérica, España y algunos otros países. Estimaciones de analistas y empresarios prevén que el ingreso de divisas del sector se multiplicará por dos en el 2003, y con un potencial de crecimiento enorme para el próximo decenio. Esto redundaría en la creación de diez mil puestos de trabajo calificados y evitaría, en parte, la constante fuga de cerebros que se registra en el país en los últimos años.
En todo el territorio nacional se calcula que existen entre 400 y 500 empresas que desarrollan software, de las cuales más de 60 están radicadas en la zona de Rosario, que exportan alrededor del 10% de los 100 millones de dólares que ingresan al país.
Los empresarios del sector saludaron con fervor la inclusión de la industria del software dentro del discurso del Estado, que bajo el proyecto Argentec aportará 20 millones de pesos a partir de enero de 2003 para subsidios, investigación y desarrollo. Además se sumó a la movida para que se sancione definitivamente la ley de software, que implicará una desgravación del 60% del impuesto a las ganancias, y que un 40% de los que les queda por pagar se destine a un fondo fiduciario que irá destinado a universidades, emprendedores y pymes. En tanto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) apuntalará al sector con 20 millones de dólares para créditos blandos.
A modo de ejemplo, las nuevas ventajas competitivas generaron que varias compañías de diverso calibre decidieran concentrar en la Argentina servicios como web hosting, call centers o la gestión para el monitoreo de empresas hasta ahora distribuidos por Latinoamérica o Miami.
De todas formas, la lista de deberes que tienen por delante empresarios y gobiernos es extensa. Quedará seguramente para el próximo gobierno la convergencia de lo público y privado en una política común para el sector que hoy no existe. Por el momento, sólo aparece claro la necesidad de alcanzar estándares de calidad.
La crisis político económica de la Argentina también juega en contra. Muchas empresas están exportando actualmente vía Chile o abriendo oficinas en España y terceros países para desmarcarse del descrédito que significa la inestabilidad en que vive inmerso el país y como acceso a inversores externos. En este sentido, durante la breve gestión de Adolfo Rodríguez Saá se vetó la ley de capital de riesgo.
Los empresarios de software local reconocen algunas de las críticas de grandes corporaciones como las que señaló el presidente regional de una multinacional estadounidense: "Quieren salir a exportar, pero aún no pudieron venderle sus productos a las grandes empresas de su región". Una realidad a medias, ya que varias firmas de origen argentino trabajan desde hace años en desarrollos para bancos, empresas de servicios públicos y grandes corporaciones.
Varios de los ejecutivos locales consultados por La Capital admiten esta falencia, pero resaltan que hoy, a pesar de la crisis económica, existe un vasto terreno virgen a recorrer en el mercado interno, que servirá también para demostrar que los productos autóctonos son viables.

Líneas de trabajo
"Hay que desterrar esa frase célebre de que no hay nada peor para un rosarino que un rosarino con éxito", remarcó Ricardo Marra, presidente de firma Assist, para graficar sobre la postura que se tiene entre el empresariado en general de cara a generar negocios y sinergias entre empresarios locales.
Dentro de las líneas de acción propuestas por los empresarios hay coincidencias:
* Asociatividad y complementariedad entre las firmas tecnológicas locales.
* Establecer estrategias con otros sectores económicos, ejemplo agroindustria y biotecnología, que optimicen sus procesos productivos y redunde en beneficios.
* Posicionar la marca Argentina para la oferta de horas hombre calificada a granel.
* Segmentación de productos con valor agregado, difícil pero más rentable.
* Conformar un modelo propio de desarrollo tecnológico. Países como India, Irlanda, Brasil, Taiwan o Israel, lograron destacarse gracias a la articulación de su propia textura economía y cultural.
* Analizar la viabilidad de que los polos tecnológicos profundicen la relación con los procesos productivos de su región.



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