Choripán y fútbol, una alianza inevitable que dio forma a un producto de sello local: el chorigol. Propiedad del frigorífico Sugarosa, esta especie de hamburguesa elaborada con pasta de chorizo que se vende congelado, está ganando los puestos de venta callejeros.
A diferencia de muchas compañías que salieron a buscar alternativa de diversificación ante la crisis, la firma rosarina se puso enfrente hace un par de años una meta relacionada con mantener la jerarquía de la marca: ofrecer un producto más práctico que el chorizo para un mercado segmentado con las ventajas de higiene y conservación similares al embutido.
Así lo resumió Enrique Pateta, director del frigorífico, quien señaló que la idea surgió como respuesta a una demanda concreta de carritos choripaneros y hamburgueseros, quienes en forma casera elaboraban su propia hamburguesa de chorizo, sacandole la tripa al chacinado para que su cocción sea más rápida. Sólo que esa metodología ponía en riesgo la sanidad del producto, que también proveía el frigorífico rosarino.
Por sus características de conservación -se trata de un producto congelado- el chorigol tiene una vida útil mucho más prolongada que el chorizo y le facilita al comerciante el mantenimiento en la cadena de frío y la cocción.
También por su composición, el producto estrella de Sugarosa compite directamente con el chorizo aunque no lo hace con el mercado de hamburguesas que comercializa la firma. "Son dos segmentos diferentes", dijo Pateta, quien precisó que se consume "para hacer choripanes e incluso es utilizado por mucha gente que utiliza el chorizo en la cocina para saborizar comidas".
En líneas generales, es un chorizo más fácil de utilizar y con las mismas propiedades para el paladar.
El chorigol nace envasado. De la máquina formadora pasa automáticamente al envase primario sin tomar contacto con la mano del hombre. De allí se traslada al túnel de congelación que en 20 minutos le aporta una temperatura de 10ºC bajo cero y luego es colocado en la caja (envase secundario) donse sigue el proceso de conservación en cámaras de frío.
Debido a esto se vende sólo en cajas de 6, 25 y 50 unidades de 100 gramos de peso. Actualmente la firma produce alrededor de 20 toneladas de chorigol mensuales.
Una leyenda popular
Con un perfil bajo y apostando a una estrategia de marketing basada en el "boca a boca", y a publicidades que apuntan al sector futbolero, Sugarosa fue consolidando en estos años la presencia del chorigol en el mercado. Sin embargo, esta postura impulsó el cultivo de leyendas populares que se diseminaron por la ciudad sobre cuál era el origen de este novedoso producto.
Una crónica popular que nació en territorio de Roldán y que cobró las calles de la región indica que un grupo de trabajadores del frigorífico en su tiempo libre organizaron un "picado" y ante la falta de una pelota echaron mano de un chorizo. Después de pases, amagues y gambetas sin éxito, el tiro del gol terminó con el balón/chorizo estampado en uno de los azulejos de la planta y tomando la forma de una hamburguesa larga. "Chorigol" fue el grito del equipo ganador.
La historia real es mucho más simple, pero no por eso deja de tocar el sentimiento futbolero de los consumidores, que antes o después de ver jugar al equipo de sus amores hacen el paso inevitable por el carrito.
Los directivos de la firma indicaron que el chorigol "es un producto más que se incorporó a su cadena de distribución". La firma abastece en el mercado interno carne, menudencias, hamburguesas y embutidos.
De ese modo, entraron con este nuevo producto en todo Santa Fe, sur de Córdoba y en algunas zonas del Gran Buenos Aires. También llegaron con el chorigol hasta Mar del Plata. Por ahora, el plan de la empresa es conservar el mercado cautivo y ampliarlo en base a estrategias conservadoras.