Los argentinos podrán tener muchos males, a la luz de lo que reluce en materia económica y política, pero no se los podrá criticar por su falta de inventiva. El impacto de la crisis fue de tal magnitud que durante algún tiempo cundió la parálisis, pero con el paso de los días los empresarios se fueron dando cuenta de que no quedaba otra que ponerle el pecho a las balas y comenzaron a buscarle la vuelta a las cosas.
La Capital reunió a cuatro casos de empresas rosarinas que intentan nuevos caminos para crecer. El recorrido incluye desde un frigorífico con trayectoria como Sugarosa, que le dio forma de hamburguesa al chorizo para facilitar la presentación del producto en los puntos de ventas y al mismo tiempo garantizar la cadena de frío, hasta Eileen, un microemprendimiento familiar que vende exquiciteces de pastelería por Internet. Comerciantes de la construcción asociados en Construred que afrontan la concentración del sector con una tarjeta de afinidad propia y operarios metalúrgicos reconvertidos en cooperativistas que vieron una luz a partir de la devaluación. Son gente de trabajo, y de acá.
Tortas artesanales pedidas vía Internet
Sin proponérselo como meta para sortear la crisis y aprovechando sus habilidades personales un matrimonio rosarino inauguró a principio de este año una novedosa forma de comercialización: venden productos de pastelería tradicional por Internet.
Se trata de una microempresa familiar comandada por Eileen Schmidt, graduada en gastronomía y de su esposo Cristián Mirtuono, consultor de marketing e Internet que a través de la red hacen llegar a cualquier punto del país dos especialidades, tortas galesas (fruitcake) y alfajores santafesinos.
Los clientes rosarinos salen más beneficiados, ya que el catálogo local es mucho más amplio y abarca una amplia gama de exquisiteces que hunden sus raíces en la cultura celta, de la que provienen los antepasados de Eileen.
Por las características de sus ingredientes, el fruitcake- torta compuesta por frutas secas y glaseadas, maceradas con brandy- y el alfajor santafesino, llegan en óptimas condiciones al destinatario a través del correo e incluso, en sus respectivas cajas de madera pueden cruzar nuestras fronteras y disfrutarse en cualquier parte del globo.
El cliente deberá pagar el costo del producto más el envío que suman ocho pesos para las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero, Chaco, Corrientes y Entre Ríos y diez pesos para el resto de las provincias, si el peso no supera los tres kilos.
Esta es una de las metas del microemprendimiento de los Mirtuono, que trabajan para aceitar los mecanismos para exportar y enviar sus productos a consumidores de otros países.
Desde sus comienzos hay una premisa que define la producción: la elaboración y comercialización de una línea de productos étnicos, tradicionales y artesanales. "Estamos dispuestos a satisfacer al cliente pero sin modificar el espíritu de nuestro negocio", explicó Cristián Mirtuono.
Eileen promociona orgullosa los ingredientes de sus tortas: "Para el alfajor santafesino usamos el dulce de leche más codiciado por los rosarinos (en referencia a una conocida marca local) y los ingredientes de la receta de mi tatarabuela irlandesa Molloy son los mismos que ella usaba, todo es natural".
En este sentido, Internet como único instrumento de comercialización resultó esencial para manejar la relación con los clientes en cuanto al tipo de información que demandan para completar un pedido. "Si tuviéramos un local o pedidos telefónicos sería difícil manejar los reclamos puntuales sin perder la esencia de las recetas", dijeron.
Aunque la empresa arrancó en plena crisis, la inflación que sobrevino tras la devaluación obligó a replantear las metas originales. "Al principio manejábamos márgenes que permitían pensar en encarar otras acciones, pero el aumento de las materias primas nos obligó a achicar las ganancias para conservar los clientes", relató Mirtuono.
La idea de los microemprendedores tomó forma luego de comprobar que desde Tafí del Valle se comercializaban empanadas a todo el país en avión y de la insistencia de los familiares de Eileen que hasta el momento eran los únicos beneficiarios de sus exquisiteces.
El primer pedido lo recibieron a los 20 minutos de lanzar el sitio y Eileen comentó que ya tienen pedidos para Navidad, especialmente de argentinos que viven en el exterior y desean estar presentes en la mesa familiar con un obsequio fuera de lo común.
Fidelizar clientes con tarjeta propia
"Las empresas rosarinas tenemos productos, asesoramiento y conocemos perfectamente el mercado como para que vengan supermercados de la construcción a la ciudad y no hagamos nada", dice con vehemencia Antonio Demassi, coordinador de Construred, una asociación de proveedores de la construcción que desarrolló una estrategia para fidelizar clientes y ofrecer un financiamiento, un bien escaso por por estos días.
Integran Construred once empresas de la construcción que se unieron con la idea de ofrecerles ventajas a sus clientes, con descuentos, premios y una tarjeta que les permita financiar sus compras entre las firmas asociadas.
Aunque llevan casi un año y medio de trabajo, la red comenzará a funcionar formalmente a mediados de mes con una consigna muy clara: aumentar las ventas y darles mejores servicios a los clientes.
Como meta, los empresarios buscan ampliar la red a otros rubros como electrodomésticos, computación y decoración, que en rigor significa equipar un hogar. Por ahora, empresas de estas características serán proveedores de premios para los clientes de la red pero la idea es integrarlos como socios.
El concepto de fidelización de clientes estará plasmado en un cheque "construchek" diseñado por la red que le permite a los compradores sumar puntos (el 1% de las compras) que se pueden canjear en el resto de los comercios adheridos y al mismo tiempo hacerse acreedor de premios de diversa índole.
Pero la oferta de este grupo de empresarios rosarinos que decidió asociarse para crecer no queda ahí. Decidieron también lanzar una tarjeta de crédito de afinidad "Cabal Construred" para realizar compras dentro de la red. Para esto cerraron un acuerdo con el Banco Municipal de Rosario que será la entidad que financie las operaciones y la firma Cabal que administrará el plástico.
Por otra parte, ya acordaron con la entidad rosarina una línea de préstamos personales para los clientes fidelizados que van de los 500 a 10 mil pesos a financiarse en 24 cuotas a una tasa del 60% anual, un porcentaje preferencial ya que la que cobra el banco normalmente alcanza el 75% anual.
A priori y como promoción del lanzamiento se emitirán entre 500 y mil tarjetas para un grupo de clientes seleccionados.
El grupo empresario también recibió el espaldarazo de los grandes proveedores, muchos de los cuales prometieron apoyo a través de descuentos especiales y participación en las promociones.
Integran la red once empresas de Rosario que proveen productos de la construcción, con la peculiaridad de que sus rubros no se superponen: Balcarce 54 provee principalmente pisos, revestimientos y sanitarios; Osvaldo Latini, molduras y machimbres; Herradep se dedica a las aberturas; Arroyito Maquinarias abastece máquinas y equipos eléctricos para limpieza del hogar y el jardín; Jorge Rosetti Sanitarios: equipamiento y accesorios para los sanitarios; Roberto Calzavara SRL, proveedor de cerraduras y herrajes; Serra, un hipermercado de la electricidad e iluminación; El Escorial, pinturas; Angel M. Alvarez, un corralón de materiales para la construcción; Il Revestimento, revestimientos del hogar; y Fortuna Muebles, mueblería del hogar.
La tarea de reunir a empresarios en una asociación de estas características no fue sencillo, especialmente por la idiosincrasia de los comerciantes rosarinos. Así lo manifestó Demassi, quien reveló que "mucha gente viene de emprendimientos familiares y estaba acostumbrada a no hacer nada para captar al cliente".
Esa actitud "hizo que muchos se aislen", dijo el empresario "pero la crisis nos obligó a todos a salir a buscar alternativas para aumentar las ventas".
Por otra parte, el empresario reconoció que ayudó mucho a la conformación de esta red el hecho que los clientes "pedían recomendaciones de negocios del rubro para comprar el resto de los insumos necesarios para la construcción".
Rápido de reflejos, Demassi comenzó a gestar esta idea de red virtual, ya que cada negocio opera desde sus instalaciones y sin la exigencia de costos adicionales. Hoy, mediante esta idea asociativa, piensan darle pelea a la crisis.