Mauricio Maronna / La Capital
"Mirá Cabezón, si tenés intenciones de quedarte hasta diciembre del 2003 me lo podés decir. Yo no tengo problemas en apoyarte", le dijo horas atrás José Manuel de la Sota al presidente Eduardo Duhalde. "Gallego, no te equivoques, mi decisión es irrevocable", contestó el jefe del Estado. Tras el diálogo (narrado a La Capital por una fuente irreprochable), De la Sota no pareció muy convencido de la respuesta y anunció que está dispuesto a reasumir su cargo de gobernador cordobés (ver aparte). Por estos días, la Casa Rosada es un hervidero de rumores y las operaciones políticas están a la orden del día. En este marco, no sonó descabellada la versión que ubica al gobernador bonaerense, Felipe Solá, como el nuevo delfín duhaldista para competir por la Presidencia de la Nación. Las opciones que aparecen en el horizonte son dos: que haya elecciones el 30 de marzo o que la Justicia declare inconstitucional el decreto que adelantó el cronograma. Para cualquiera de las dos variantes el duhaldismo necesita un candidato que evite la polarización entre Adolfo Rodríguez Saá y Carlos Menem. "Duhalde se quiere ir el 25 de mayo, haya o no acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Si la Justicia falla a favor del 10 de diciembre como fecha de entrega del poder, la Asamblea Legislativa deberá elegir otro presidente. Por eso aparece el nombre de Felipe... Le dejaría el terreno libre al Negro (por el primer mandatario) para volver a la provincia de Buenos Aires desde una posición de fuerza", consignó a este diario una fuente de trato directo con el duhaldismo de paladar negro. En el corazón del reutemismo están al tanto de la jugada (aunque nadie salga a confirmarlo públicamente) y advierten que con la puesta en escena de la opción Felipe quieren sacudir de la modorra al gobernador santafesino, hoy recluido en su búnker de Llambi Campbell. Solá, aun entre líneas, se mostró molesto más de una vez por lo que calificó como "patología reutemista" y, entre irónico y fastidiado, dijo sentir "envidia por alguien que no dice nada, se refugia en su campo y logra que todos hablen de él". Sin embargo, los mismos reutemistas que dicen conocer la estrategia para posicionar al gobernador bonaerense dejaron repiqueteando ayer una frase que no dio lugar a las ambigüedades: "Si las elecciones son en noviembre del 2003, el Lole será candidato a presidente".
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