U.G.Mauro / La Capital
"Aquí es un poco más complicado porque no se concibe al chamamé con posibilidades, pero para los europeos es una música considerada sutil, rara y que les encanta", expresó a La Capital el acordeonista Raúl Barboza, quien presentará mañana, a las 21.30, los temas de su nuevo disco, "Confidencial", en la sala Lavardén, Sarmiento y Mendoza. Actuará acompañado por Choly Soria, en guitarra; Alfredo Remus, en contrabajo, y Amadeo Monges, en arpa. Con una voz profunda y pausadamente, Barboza explicó las características del nuevo disco que, pese a estar radicado en Francia, prefirió venir a grabar a la Argentina, una tierra de la que debió partir para que se le reconociera su arte. "Mientras Dios me lo permita y el cuero me aguante voy a seguir haciendo esto de darme una vuelta por acá -dijo-. Afortunadamente estuve haciendo un montón de cosas por Francia, así que me tomé unos días de libertad para hacerme una escapada para tocar en Buenos Aires, en Rosario y de paso grabar un trabajo discográfico nuevo en Argentina". -¿El disco que está grabando saldrá a la venta en nuestro país? -Bueno no sé si va a salir o no. Si bien es cierto que se graba para Francia, si existe alguien dispuesto a editarlo por supuesto va a salir en el país. Se hizo a instancias de gente que en Francia me pidió que grabara algo como solista y ya que allá se me requiere mucho para tocar con otra gente, pero querían conocer algo mío solo. -¿Que temas incluyó en la placa? -Va a tener todos temas nuevos que en su gran mayoría compuse en Europa y le voy a a sumar algunos viejos temas que compuse en guitarra. No muy regularmente toco la guitarra, pero no siento la necesidad de hacerlo como el Juanjo Domínguez. Igual me grabé tres chamamé en guitarra solo (risas). -¿Cómo evalúa esta experiencia? -El chamamé es complicado en lo rítmico, tiene irregularidades que están tan metidas en el yo de la gente y resultan tan naturales que nadie se da cuenta. -Se permite experimentar mucho? -Por supuesto que sí. Cuando yo en Europa explico esto mismo, ahora hasta la gente de la música clásica se interesa y hemos conversado ya que quiero intentar hacer 4 o 5 temas para tocar con orquesta en Europa. Aquí es un poco más complicado, porque no se considera al chamamé con esas posibilidades, pero en Europa sí. Es una música considerada sutil, rara y que les encanta. -¿Va a tocar con un acordeón especial? -Efectivamente. Se trata de un acordeón hecho totalmente a mano de la casa Honner de Alemania y que me fue otorgado como regalía por un disco que grabe allí hace más o menos 14 años. Es un instrumento maravilloso que tiene una voz diferente a la de los que uso habitualmente, que se asemejan a los que hacían en Chacarita los hermanos Anconetani. Es es como manejar un Fitito y después pasar inmediatamente a un camión. Funciona igual pero el volante del camión no es el del Fitito así que hay automatizar algunos usos. -¿Que opinión le merecen las instrumentaciones no tradicionales que desarrollan algunos chamameceros? -La percusión, por ejemplo, fue la primera instrumentación de la humanidad y que yo sepa no está mal agregarla en algunos ritmos. El chamamé parece no admitir algunos instrumentos como flautas y vientos, pero recuerdo en mi niñez era bastante común ver eso que hoy se critica. -¿Hay una tendencia al purismo en el genero? -Lastimosamente los hombres se han habituado a encasillar y encerrar. Se intenta sedentarizar a los indígenas, a los nómades como los gitanos y los bereberes. Es como si pensáramos que "todo lo que no conozco no está bien". Cuando grabé por primera vez el primer disco en el 64 metí un rasguido doble y lo llamé a Domingo Cura para agregar un bongó y los puristas se escandalizaron pero siempre me arriesgué a hacer cosas que salieran de la ortodoxia. Sin embargo, lo que habría que considerar es también que hasta las ortodoxias pueden cambiar y, de hecho, han cambiado.
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