Carina Bazzoni / La Capital
Cada hora, 30 rosarinos se comunican a la Oficina de Atención al Vecino de la Municipalidad. Si bien la mayoría realiza consultas o salda dudas sobre distintos temas, a fin de mes se acumulan también unos 1.800 reclamos. Y, al momento de clasificar las quejas, surge un problema recurrente: casi un cuarto de los llamados está relacionado con la falta de limpieza. Pero la actividad del servicio no termina aquí. Muchas veces los operadores tienen que brindar información sobre pasaportes, registro automotor o renovación de documentos. Y hasta suelen llegar a la línea los conflictos desatados entre los mismos vecinos. Al menos, esto es lo que surge del análisis de los reclamos asentados en las cuatro líneas de atención al vecino y en el servicio telefónico gratuito. Entre julio y septiembre se recibieron 5.315 reclamos, de los que 1.142 solicitaron mejoras en el barrido y la limpieza, poniendo bajo la lupa tanto la calidad de la recolección y su frecuencia. Los baches, las bocas de tormenta que faltan desde hace días o los baldíos que se transforman en basurales siguen en la lista de las quejas que más frecuentemente reciben los operadores del servicio de Atención al Vecino. Y el panorama de los reclamos de los rosarinos se completa agregando la falta de iluminación o la demora en la reposición de artefactos de alumbrado, la solicitud de poda o extracción de árboles y la denuncia contra comercios por ruidos molestos, falta de habilitación y ocupación del espacio público. Una vez que los operadores escuchan los reclamos, estos ingresan en un sistema informático que deriva los pedidos a cada una de las reparticiones municipales que atienden los temas. A cambio, el vecino recibe un número de expediente para poder seguir el desarrollo del trámite. "Y realmente lo hacen", apuntó la coordinadora del servicio en el Distrito Oeste, Laura Uris. "Es más, de cada cuatro llamados que recibimos sólo dos son nuevos, la otra mitad son averiguaciones relacionadas con una denuncia iniciada", indicó. Por supuesto, la demora en la resolución de cada caso está relacionada con la complicación que presenta. "Muchos reclaman el cambio de lamparitas, o la instalación de un contenedor, pero otros casos involucran cuestiones más de fondo que demandan más tiempo", aseguró Uris. Y las críticas tampoco son uniformes en todos los lugares. Mientras en el Distrito Oeste los mayores inconvenientes están relacionados con el zanjeo y la falta de higiene, en el Distrito Norte las quejas apuntan a la falta de mantenimiento del arbolado y en el Sur aumentan los reclamos por baches y luminaria. Si bien la Oficina de Atención al Vecino fue creada para facilitar la realización de trámites municipales, la demanda que actualmente tienen las líneas superaron este primer objetivo. Es más, la mayor parte de los llamados que se atienden superan la órbita de la Municipalidad. "Nos llaman para averiguar desde cuánto sale sacar el pasaporte hasta la historia del Monumento a la Bandera, o los nombres de las calles", aseguraron las operadoras del Distrito Centro. A sólo 60 días hábiles de empezar a funcionar, la oficina del centro de distrito sur, está recibiendo entre 80 y 100 llamados por mes. "Y muchos se relacionan con cuestiones de la provincia o de empresas privatizadas", contó la jefa del servicio, Adriana Di Cosmo. Es más, muchas veces llegan hasta el teléfono problemas particulares entre vecinos. Y también encuentran respuesta: "Llegaban muchos conflictos por medianeras, con perros o por la poda de árboles. Entonces empezamos a implementar un servicio de mediación y a derivarlos allí", contó Uris. Y la misma experiencia se está comenzando a implementar en el distrito norte. "Es que, al fin y al cabo, mucha gente llama solamente para que la escuchen", reflexionó una de las operadoras.
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