Moscú.- Rusia rompió el silencio y anunció ayer que el gas utilizado en la toma del teatro Dubrovka de Moscú, en el que murieron 119 rehenes, es un derivado del Fentanil, un opiáceo utilizado en anestesia. Tras varios días de especulaciones, el ministro de Sanidad, Yuri Shevchenko, aseguró que se trató de este opiáceo que no está prohibido por las leyes internacionales. "Para anular a los terroristas se utilizó una mezcla de derivados del Fentanil", un narcótico utilizado en anestesia afirmó Shevchenko. El funcionario descartó que el gas utilizado fuera el BZ y recalcó: "No se utilizaron gases incluidos en el Tratado de No Proliferación de Armas Químicas". El ministro rechazó que el gas haya sido responsable de la muerte de 117 de los 119 rehenes fallecidos. El fallecimiento de otros dos rehenes durante la noche del martes aumentó la cantidad de cautivos muertos a 119. "Estos medios no pueden causar la muerte por sí solos". La elevada cantidad de muertos entre los cautivos se debió más bien a que muchos rehenes sufrían ya hambre, falta de oxígeno y líquido cuando comenzó el asalto del edificio, estimó el funcionario. Todavía están internados 230 de los 600 rehenes que debieron ser hospitalizados, informó el médico jefe de Moscú, Andrei Selzovski. Chevchenko negó que los servicios de rescate y los médicos no esperaban intervenir de inmediato e ignoraban que iban a ser utilizados "medios especiales", y agregó que no sólo estaban preparados sino que contaban con más de 1.000 dosis de antídoto, que fueron utilizadas. El Fentanil es un narcótico sintético 65 veces más potente que la morfina que se utiliza, en dosis apropiadas, como complemento en anestesia. Puede causar fuerte somnolencias y, entre sus efectos secundarios potenciales, figuran problemas en hígado, corazón, riñones y pulmones. Incluso pude provocar la muerte por paro cardio-respiratorio El especialista argentino Bernabé Alcácer, jefe del Servicio de Anestesiología de la Clínica Pergamino, destacó entre sus efectos colaterales -que dependen de la dosis y de la condición del paciente- una marcada caída de la presión y el denominado síndrome de "tórax leñoso", que provoca un endurecimiento del tronco y las consiguientes dificultades respiratorias. Toxicólogos alemanes alertaron ayer que, según los análisis practicados a dos ex rehenes, el gas sería Halotén. Ludwig von Meyer, toxicólogo de la Universidad de Munich comentó que fueron encontradas trazas de ese anestésico en la sangre, orina y plasma de uno y en la sangre de otro de los dos ex secuestrados traídos a Alemania para ser atendidos. (AFP y DPA)
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