Sergio Faletto / La Capital
Sería saludable que los canallas ubiquen a Central por encima de los intereses individuales. La situación es complicada y no merece ser transitada con mezquindades. Claro que para esto es imprescindible que los directivos y César Luis Menotti hablen con sinceridad, al menos entre ellos. Todavía están a tiempo para corregir los errores cometidos y reiterados. Los que en definitiva llevaron a que hoy una victoria propia sea tan decisiva como varias derrotas ajenas. Menotti tiene razón cuando dice que el bajo promedio no es su responsabilidad. Aunque él también se encargó de eliminar esto como excusa cuando dijo que no habría venido si Central no hubiera estado en esta delicada situación. Tienen razón los dirigentes cuando dicen que sin resultados no hay proyecto posible, pero también es cierto que esto es consecuencia de haber respaldado por demasiado tiempo a proyectos sin resultados, incluso exhibiendo una mayor tolerancia a la que muestran hoy. Es veraz el presidente Víctor Vesco cuando dice que fue un error haber permitido que el técnico de primera elija al coordinador de las divisiones inferiores, pero también es muy certero cuando dice que lo anterior fue un río revuelto que aprovecharon algunos pescadores. Toda una autocrítica. El futuro de Central jamás puede depender del partido ante Estudiantes. No se trata de que siga César, o venga Carlos o Miguel. Es indispensable que planifiquen lo que viene, porque es ahí cuando se va a determinar el destino. Y para ello es fundamental que Menotti diga si está dispuesto a cumplir su contrato hasta junio del 2003. Es clave que los dirigentes procedan con convicción y coraje, porque los costos deportivos son muchos más importantes que los costos políticos. Porque si Menotti se compromete con la idea de cumplir con su contrato, sólo es cuestión de que los dirigentes acompañen o no. Si se va a fin de año, se podrá planificar el Clausura con transparencia. Todo sería más sencillo. Menos traumático. Y más alentador. Porque de esta manera se privilegiará el bienestar general, que en este caso se llama Central.
| |