Los 400 mil pesos que la familia de Federico Ariente pagó en la localidad bonaerense de Claypole para que el joven cordobés secuestrado hace 16 días sea liberado con vida, nunca llegaron a manos de los captores porque un niño los encontró en el interior de un vehículo y se los llevó, indicó el padre del cautivo. El dinero fue devuelto a la familia Ariente por el padre de ese niño, por lo que ayer se reanudó la negociación con los secuestradores para pactar una nueva entrega. Esta es la segunda vez que la familia Ariente intenta pagar el rescate por Federico. En la oportunidad anterior, el 19 de octubre, el arreglo fracasó porque la banda sospechó que la policía estaba tras sus pasos. Rubén Ariente, padre de Federico, explicó ayer que los 400 mil pesos que recaudó para rescatar a su hijo no llegaron a manos de los captores por "una acción fortuita e impensada". Dijo que el viernes último una hermana de Federico, Lorena, viajó a Buenos Aires para cumplir con los requerimientos de los secuestradores: dejar un maletín con el dinero en la parte trasera de una camioneta estacionada en una calle de Claypole. La joven hizo todo lo que debía pero la entrega fracasó porque, antes de que los delincuentes llegaran a buscar el dinero, un niño que pasó por el lugar vio el maletín y se lo llevó, explicó el padre del joven secuestrado. La familia Ariente se enteró de lo ocurrido con el paso de las horas y ante la desesperación de ver que tras el pago del rescate Federico no aparecía. Pero el padre del chico que encontró el maletín hizo llegar el dinero a la familia Ariente, en circunstancias todavía no determinadas. "El padre de ese niño, quizá por arrepentimiento o comprensión de la situación que estamos viviendo, nos devolvió el paquete", manifestó Ariente. Tras ese nuevo fracaso de la negociación, el padre de Federico entabló un nuevo intercambio con los secuestradores, aunque hasta el momento no se brindó información al respecto. Por ello, la familia del chico solicitó que por favor la policía no intente intervenir en el caso mientras se lleva adelante la negociación. El empresario Ariente dijo que existen indicios de que Federico "está sano y salvo", por lo que está "como en el primer día, decidido a llevar esto adelante y terminarlo cuanto antes". "Necesitamos hacerles saber que nosotros estamos viviendo momentos muy difíciles", explicó ayer en la puerta del domicilio de los Ariente, en el barrio cordobés de Villa Belgrano. El secuestro de Federico, de 23 años, ocurrió el 13 de octubre. Al retirarse de una fiesta junto a su novia, Lucía, en las afueras del pueblo serrano de San Roque, unos 30 kilómetros al oeste de la capital provincial, fueron interceptados por cuatro desconocidos que se trasladaban en un Honda Civic. (Télam)
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