Año CXXXV
 Nº 49.646
Rosario,
martes  29 de
octubre de 2002
Min 11º
Máx 22º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





El problema afecta a unos 3.000 residentes fijos e igual cantidad de temporales
Vecinos de Funes no quieren pagar tasas si no solucionan anegamientos
Reclaman a la Municipalidad que se realicen obras que eviten las inundaciones cuando llueve mucho

Delcia Karamoschón / La Capital

Funes. - Luego de años de sufrir inundaciones en sus barrios cada vez que llueve mucho, un grupo de vecinos decidió tomar medidas extremas ante la falta de respuestas del municipio. La gota que colmó el vaso fue la ausencia de representantes del Ejecutivo, del Concejo funense, y de autoridades de Ibarlucea y Roldán -sólo asistió un edil de esta última- a una asamblea realizada el sábado, a la cual habían invitado a los funcionarios.
Los 60 vecinos que asistieron a la reunión viven en los loteos San Alberto, Santa Isabel y Country Club. Por unanimidad decidieron darle al Ejecutivo 15 días de plazo para que comience con las obras que den solución a los anegamientos. De no concretarse, abrirán una cuenta judicial por incumplimiento de prestación de servicios donde depositarán los pagos de la tasa municipal y pedirán que la comuna no disponga de esos fondos hasta tanto comiencen las obras de zanjeo, limpieza, iluminación y recolección de residuos.
A la idea se sumará la vecinal Funes R que también viene sufriendo inundaciones en algunos sectores luego de que se hicieran obras que complicaron el drenaje de las aguas. Asimismo se invitó al barrio Solares a incorporarse al reclamo. En tanto, se acordó una nueva reunión para el próximo sábado donde analizarán la realización de una caravana por la casa de los funcionarios como medida de protesta.
Luego de las últimas inundaciones, los vecinos acercaron al municipio -asesorados por Hidráulica provincial- un paquete de posibles obras que darían solución a los problemas. También pidieron el suministro de agua potable para las personas que quedan aisladas. "En la última tormenta hubo casas con un metro de agua en su interior ocupadas por sus dueños que se resistieron a evacuarse. Esas personas no tenían agua de calidad segura", afirmó Jorge Cribb, residente de la zona.
"La delegación de Hidráulica en Rosario -añadió- nos confirmó que aún no hay proyectos de canalización presentados por el municipio y que tampoco habían pedido colaboración a esa dependencia hasta unos días después de la anterior asamblea vecinal, donde solicitaron un estudio de factibilidad para nuestra zona. Pero fue cursado en Santa Fe y no en Rosario, como correspondería".
El vecinalista remarcó que "como respuesta a un vecino un funcionario municipal le sugirió que vendiera y se mudara de zona". En las asambleas también se viene reclamando por la falta de servicios, destacando "mala iluminación, ausencia de desmalezamiento y algunas calles anuladas por trabajos de zanjeo inconclusos".
"Desde el Ejecutivo nos dicen que la zona es una laguna y que la solución llevará tiempo, por lo que algunos vecinos propusieron que se les recalcule la tasa municipal como laguna, y no como zona residencial", comentó Cribb.

Casi 6.000 afectados
Los tres barrios afectados corresponden a la zona 8 y 9 y, según cálculos de los pobladores, hay tres mil habitantes fijos y otros tantos que se instalan los fines de semana y en el verano. Sus habitantes se convocaron como grupo vecinal. "Lamentablemente, nos unieron las inundaciones -dijo Cribb- pero este flagelo viene de años y gobierno tras gobierno. Sólo hablan de la herencia de sus antecesores o les echan la culpa a Roldán, alegando que el anterior gobierno hizo un canal que derivó agua hacia Funes, y a Ibarlucea, porque dicen que no limpia sus sectores de escurrimiento. La solución no es ver quién tiene la culpa sino cómo nos sacamos el agua de encima", dijo el vecinalista.
En el área anegada, además del dispensario y la capilla, está la Escuela Rural 1.061 a la que asisten chicos que viven en los campos de Funes y localidades vecinas. "Cuando hay varios días de inundaciones los alumnos no pueden ir y quedan también privados del comedor escolar", remarcó el vecino, y agregó: "Tampoco los comerciantes de la zona pueden trabajar porque sus negocios quedan aislados".



Cada vez que llueve los barrios quedan bajo el agua.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Doce millones
Diario La Capital todos los derechos reservados