Año CXXXV
 Nº 49.646
Rosario,
martes  29 de
octubre de 2002
Min 11º
Máx 22º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Música / Crítica
"Tiempo de encrucijada": El justo equilibrio de la experiencia

U. G. Mauro / La Capital

****
Intérpretes: Sandra Mihanovich (canto y guitarra eléctrica) y Marilina Ross (canto y guitarra acústica)
Músicos: Alejandro Devries (piano, teclados, guitarra); Juan Losores (bajo) y Oscar Giunta (batería y percusión).
Sala: Auditorio Fundación Astengo.

Delicado equilibrio de climas, buenas voces, arreglos cuidados y atractivos, adecuado acompañamiento musical, temas nuevos y una entrega sin reservas que las llevó a concretar varios bises convirtieron a "Tiempo de encrucijada", el recital que Marilina Ross y Sandra Mihanovich ofrecieron en el Astengo el domingo, en un show logrado.
Ante algo más de 400 personas, y caracterizada como una niña pequeña, Sandra Mihanovich inició el recital con un breve e irónico sketch sobre los recientes problemas de salud de Marilina Ross, tras lo cual ambas cantantes, guitarras en mano, interpretaron "Danza", un bello tema con ligeros aires folclóricos.
A dúo o alternándose en el protagonismo, Sandra Mihanovich y Marilina Ross fueron desgranando un repertorio de obras creadas por alguna de ellas pero que ambas incluyen en sus actuaciones individuales. Así la primera parte del show cobró un tono intimista más propio del estilo de Marilina, que Sandra fue condimentando con justas dosis de impronta blusera.
Un sonido técnicamente impecable mantuvo siempre el peso de los instrumentos en su exacto lugar, y cada cantante pudo al mismo tiempo interactuar con su compañera sin por ello perder su individualidad, aunque era evidente que en materia vocal todo tendiera más al lucimiento de Sandra Mihanovich.
No todo lo ofrecido fue de creación propia. Eladia Blázquez con la ovacionada "Honrar la vida" y Charles Aznavour con "Si" y María Elena Walsh con el "Twist del Monoliso" precedieron a las nuevas "Hipocresía" de Rubén Blades y "Dios ha muerto" de Francesco Guccini, mientras musicalmente el recital abandonaba de a ratos la balada y entraba en el soul o la murga. A nadie le pareció mucho las veinte canciones que precedieron al cierre con "Puerto Pollensa", pero ya estaba todo dicho.



Ross y Mihanovich alternaron voces y protagonismos.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados