Los vecinos linderos al canal Ibarlucea quieren empezar a organizar un movimiento que les permita pelear por la obra de canalización que se necesita en la zona. Algo muy parecido a un nuevo Numaín. "No podemos esperar que siga lloviendo", comentó ayer Miguel Dinolfo, de la vecinal Nuevo Alberdi Oeste. Y por eso quiere reunir también a la gente de Funes, Roldán e Ibarlucea. La idea es conseguir la inclusión en el presupuesto provincial de 2003 de los fondos necesarios para encarar el proyecto. La prioridad es canalizar los 3 kilómetros del Ibarlucea y modificar 3 puentes que están dentro del ejido urbano de Rosario. Esa zona es la más crítica porque allí están asentadas las familias que deben evacuarse cada vez que se desborda el canal. Osvaldo Ortolani, del viejo Numaín, dijo que "con sólo una retroescavadora y un mes de trabajo se puede canalizar el Ibarlucea, mientras no exista un trasvasamiento de cuenca". Por su parte, el Concejo Municipal de Rosario aprobó un decreto del edil Raúl Milano para que se conforme un comité de cuenca, se releven las deficiencias de los cursos de agua que ingresan a la ciudad, y también se incluyan las obras necesarias en el próximo presupuesto.
| |