A Harry Potter le gusta escuchar a los Sex Pistols y en sus ratos libres lee "Cien años de soledad" del colombiano Gabriel García Márquez. Daniel Radcliffe, el astro infantil más conocido del momento, revelaba estos detalles de su vida privada en una rueda de prensa en Londres en la que se presentó "Harry Potter y la cámara secreta". El adolescente daba la impresión de ser ya un joven maduro. Sólo cuando se le preguntó por su vida sentimental, tartamudeó un poco para admitir finalmente: "Todavía no tengo novia". Casi 300 días fueron los que Daniel y sus compañeros Rupert Grint, quien encarna a Ron Weasley, y Emma Watson, quien interpreta a Hermione Granger, pasaron delante de la cámara en los últimos dos años. El fin de semana se presentaron a la prensa de todo el mundo en la sala Gilde de Londres, que con sus ventanas góticas, sus arañas de cristal y sus estatuas se parece a la gran sala del castillo de Hogwarts en el que transcurren las tramas creadas por la escritora Joanne K. Rowling. Los tres niños afirmaron ante los 250 periodistas que en sus vidas cambiaron muy pocas cosas desde que son famosos. Y eso que Rupert juega al golf desde hace poco y Emma gana tanto dinero que sus padres prefirieron guardar la cifra en secreto. Pero, por lo demás, todo es como antes. Salvo, quizá, que siguieron creciendo, humana y artísticamente. Consultado sobre su tipo favorito de magia, dijo: "volverme invisible porque así podría eludir problemas rápidamente y entraría a los conciertos de rock". Luego advirtió en que la segunda película de Potter no era tan aterradora y su director Christopher Columbus coincidió en su apreciación, diciendo a los periodistas que "mi hija de cinco años la vio y no tuvo pesadillas".
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