El padre Luis Farinello consideró que el sacerdote Julio Grassi ganó enemigos con "sus relaciones con gente poderosa", como el ex presidente Carlos Menem o el ex ministro Domingo Cavallo, y señaló que no le gustaba "el estilo" de su par religioso para relacionarse con los medios y la política. Farinello admitió estar "muy golpeado, muy triste" por la repercusión que adquirió el caso y dijo que "está muy confuso todo, uno no se anima a decir nada por temor a equivocarse". Empero, resaltó que "a mí nada me escandalizaría a esta altura. Siempre hay pecado. El cura es un hombre, con todas las canalladas sinvergüenza de los hombres. Se puede convivir con la fe y el pecado. Conozco gente de profunda fe que tiene debilidades que no puede superar, esto también es posible. Es tan misterioso el corazón del hombre. ¿Quién no tiene vergüenzas o cosas escondidas, de una manera o de otra?". Farinello sostuvo que "cuando hablaba con Julio le decía sobre Susana Giménez, Cavallo, Menem, Galimberti, qué le importa a esa gente de los pobres. No te juntés con esa gente, vas a comer con ellos, se sacan fotos, lo nuestro es distinto". Según Farinello, "el cura tiene una misión divina, pero es un hombre. No vas a perder la fe en Dios por un cura, Dios es más grande que todos los curas juntos".
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